Cachetadas de García: más mentiras al descubierto
Una investigación de Canal N mostró que Óscar Rachumí, a quien presentaron como “jefe de limpieza” del hospital Rebagliati, no sólo pertenece al partido aprista desde hace unos 30 años, sino que es parte del personal de seguridad del Presidente de la República, como muestran las imágenes.
En una escena se le ve al lado del Presidente en un acto oficial junto con otros guardaespaldas.
En otra escena se le ve en una actividad aprista donde Alan García también está presente.
Y en la imagen más reciente se le ve con el cuerpo de seguridad de García mientras éste se dispone a abordar su vehículo tras salir del Rebagliati después de cachetear a Richard Gálvez, como éste lo denunció.
A una semana de ocurrido el escándalo, todos los testimonios y evidencias gráficas que se suceden respaldan la versión dada desde el primer momento por el joven.
Por el contrario, las versiones del mandatario resultan endebles. Primero negó todo diciendo que el Diario 16 miente. Después admitió que los hechos ocurrieron, pero negó las cachetadas y aumentó que Gálvez además de "corrupto" le dijo "hijo de puta", lo cual es negado por Gálvez y no es declarado por ninguno de los testigos imparciales.
Cuatro días después, tras haberse resistido en un principio a dar una versión de los hechos, la dirección del Rebagliati presenta una historia que huele a cuento: aseguran que Rachumín es "jefe de limpieza" y que éste fue autor de las cachetadas. No explican por qué un trabajador de limpieza se acerca tanto al Presidente.
Fuentes de Canal N aseguraron que en el Rebagliati buscarían "fabricar" documentación para inventar que Rachumín es trabajador de limpieza.
En tanto, el abogado penalista Luis Lamas Puccio explicó que Rachumín podría ser acusado por falsedad genérica si se comprobara que mintió para defender al Presidente Alan García, según el Código Penal.
Según el artículo 438 del cuerpo legal, Rachumí sería privado de su libertad de dos a cuatro años, mientras que el director del Hospital Edgardo Rebagliati, Walter Higueras, podría ser acusado de ser coautor del delito, por haber presidido la conferencia de prensa donde presentaron una versión de los hechos.
Una vez más comprobamos la mediocridad de nuestros políticos y gremios sindicales, pues nunca realizan una protesta ni promueven una ley que corte de una vez por todas la pésima costumbre de convertir a Essalud en un botín del gobierno de turno, que nombra a su compadre de presidente ejecutivo de la institución, con los consiguientes faenones. Esto en lugar de que Essalud sea una institución donde el titular sea elegido por los asegurados en forma democrática.
En otra escena se le ve en una actividad aprista donde Alan García también está presente.
Y en la imagen más reciente se le ve con el cuerpo de seguridad de García mientras éste se dispone a abordar su vehículo tras salir del Rebagliati después de cachetear a Richard Gálvez, como éste lo denunció.
A una semana de ocurrido el escándalo, todos los testimonios y evidencias gráficas que se suceden respaldan la versión dada desde el primer momento por el joven.
Por el contrario, las versiones del mandatario resultan endebles. Primero negó todo diciendo que el Diario 16 miente. Después admitió que los hechos ocurrieron, pero negó las cachetadas y aumentó que Gálvez además de "corrupto" le dijo "hijo de puta", lo cual es negado por Gálvez y no es declarado por ninguno de los testigos imparciales.
Cuatro días después, tras haberse resistido en un principio a dar una versión de los hechos, la dirección del Rebagliati presenta una historia que huele a cuento: aseguran que Rachumín es "jefe de limpieza" y que éste fue autor de las cachetadas. No explican por qué un trabajador de limpieza se acerca tanto al Presidente.
Fuentes de Canal N aseguraron que en el Rebagliati buscarían "fabricar" documentación para inventar que Rachumín es trabajador de limpieza.
En tanto, el abogado penalista Luis Lamas Puccio explicó que Rachumín podría ser acusado por falsedad genérica si se comprobara que mintió para defender al Presidente Alan García, según el Código Penal.
Según el artículo 438 del cuerpo legal, Rachumí sería privado de su libertad de dos a cuatro años, mientras que el director del Hospital Edgardo Rebagliati, Walter Higueras, podría ser acusado de ser coautor del delito, por haber presidido la conferencia de prensa donde presentaron una versión de los hechos.
Una vez más comprobamos la mediocridad de nuestros políticos y gremios sindicales, pues nunca realizan una protesta ni promueven una ley que corte de una vez por todas la pésima costumbre de convertir a Essalud en un botín del gobierno de turno, que nombra a su compadre de presidente ejecutivo de la institución, con los consiguientes faenones. Esto en lugar de que Essalud sea una institución donde el titular sea elegido por los asegurados en forma democrática.