Anormal personalidad de Alan García en Wikileaks
Un documento revelado por Wikileaks a través del diario español El País da cuenta de la anormal personalidad del presidente peruano Alan García, según había analizado la embajada estadounidense en Lima.
Un documento revelado por Wikileaks a través del diario español El País da cuenta de la anormal personalidad del presidente peruano Alan García, según había analizado la embajada estadounidense en Lima.
La diplomacia de los EE. UU. señala a García como una persona con un “ego colosal y trastornos maníaco-depresivos o desórdenes bipolares”, aspectos en realidad bien conocidos en el Perú.
Alan García es “arrogante, desconfiado y tiene un ego colosal”, indica un cable filtrado por Wikileaks que traa de un supuesto informe sobre la personalidad de Alan García realizado por la embajada estadounidense en nuestro país en diciembre del 2006, unos meses después de asumir su mandato presidencial.
James Curtis Struble, entonces embajador de los EE. UU. en Lima, hizo referencia a los rumoreados “trastornos maníaco-depresivos o desórdenes bipolares” de García, pero la embajada no los confirma.
Otra parte del documento habla de García como un hombre con gran dominio de escena y sentido de la teatralidad. “Se encierra en sí mismo y rechaza el contacto público durante días”, anotan los informantes de la embajada estadounidense que tienen contacto directo con el mandatario.
También se mencionan los abruptos cambios de opinión del Presidente, que se hunde inesperadamente en el mal humor y también tiene “accesos de entusiasmo” repentinos.
El cable manifiesta una notable descoordinación entre la personalidad pública y privada del mandatario peruano. “En público tiende a impresionar con la pose majestuosa presidencial, sacando pecho, con la cabeza alta y brazos y manos gesticulando en una formal y casi coreográfica a manera de un líder”, dice el cable, y contrasta de que en privado, el mandatario es informal, considerado y con encanto.
James Curtis Struble manifiesta que el ego de García es su principal debilidad y hasta se atreve a llamarlo “su talón de Aquiles”. “Un aspecto en torno al cual hay casi un acuerdo universal es que García tiene un ego colosal que le puede cegar ante los méritos o las buenas ideas y alternativas que vengan de otro que no sea él. El ego de García es su talón de Aquiles y podría tener consecuencias contraproducentes para el actual Gobierno, especialmente si no se vigila”.
El documento describe a García como un hombre que ha podido sobrevivir a varios inconvenientes y al acecho de algunos rivales, incluidos los del Apra, partido que es definido como “la más eficaz maquinaria política de Perú”.
Curtis Struble también elogia a García mencionándolo como “un maestro que vive y respira política (...) es realmente un consumado orador” y que su aparente volatilidad emocional no le impide pensar y expresarse con claridad.
“Aparentemente, no tiene la ambición de cambiar el mundo, de reordenar las realidades políticas y económicas de acuerdo a una nueva ‘visión’ de Latinoamérica o de crear un nuevo socialismo o al hombre bolivariano” y agregó que García ha vuelto a nuestro país como “un socio fiable de los EE. UU. que juega un papel constructivo en una complicada Sudamérica caracterizada por el resurgimiento del populismo y periódicos estallidos de tensión”.
Alan García es “arrogante, desconfiado y tiene un ego colosal”, indica un cable filtrado por Wikileaks que traa de un supuesto informe sobre la personalidad de Alan García realizado por la embajada estadounidense en nuestro país en diciembre del 2006, unos meses después de asumir su mandato presidencial.
James Curtis Struble, entonces embajador de los EE. UU. en Lima, hizo referencia a los rumoreados “trastornos maníaco-depresivos o desórdenes bipolares” de García, pero la embajada no los confirma.
Otra parte del documento habla de García como un hombre con gran dominio de escena y sentido de la teatralidad. “Se encierra en sí mismo y rechaza el contacto público durante días”, anotan los informantes de la embajada estadounidense que tienen contacto directo con el mandatario.
También se mencionan los abruptos cambios de opinión del Presidente, que se hunde inesperadamente en el mal humor y también tiene “accesos de entusiasmo” repentinos.
El cable manifiesta una notable descoordinación entre la personalidad pública y privada del mandatario peruano. “En público tiende a impresionar con la pose majestuosa presidencial, sacando pecho, con la cabeza alta y brazos y manos gesticulando en una formal y casi coreográfica a manera de un líder”, dice el cable, y contrasta de que en privado, el mandatario es informal, considerado y con encanto.
James Curtis Struble manifiesta que el ego de García es su principal debilidad y hasta se atreve a llamarlo “su talón de Aquiles”. “Un aspecto en torno al cual hay casi un acuerdo universal es que García tiene un ego colosal que le puede cegar ante los méritos o las buenas ideas y alternativas que vengan de otro que no sea él. El ego de García es su talón de Aquiles y podría tener consecuencias contraproducentes para el actual Gobierno, especialmente si no se vigila”.
El documento describe a García como un hombre que ha podido sobrevivir a varios inconvenientes y al acecho de algunos rivales, incluidos los del Apra, partido que es definido como “la más eficaz maquinaria política de Perú”.
Curtis Struble también elogia a García mencionándolo como “un maestro que vive y respira política (...) es realmente un consumado orador” y que su aparente volatilidad emocional no le impide pensar y expresarse con claridad.
“Aparentemente, no tiene la ambición de cambiar el mundo, de reordenar las realidades políticas y económicas de acuerdo a una nueva ‘visión’ de Latinoamérica o de crear un nuevo socialismo o al hombre bolivariano” y agregó que García ha vuelto a nuestro país como “un socio fiable de los EE. UU. que juega un papel constructivo en una complicada Sudamérica caracterizada por el resurgimiento del populismo y periódicos estallidos de tensión”.
