La Corporación Nacional de Empresas de Transporte del Perú (CONET) culpó a la alcaldesa de Lima Susana Villarán de racismo por haber conducido el proceso de vacancia de los regidores Tito y Valer, acusados de actos de corrupción, sin embargo, mantiene en la impunidad a su asesor Gustavo Guerra García y su equipo, pese a haber trabajado estrechamente con los destituidos.
Recordaron que Guerra fue el autor intelectual de la creación de consorcios y empresas fantasma para ser favorecidos en la concesión de los corredores complementarios . “Nos llama mucho la atención que a este personaje no lo toquen a pesar que ha trabajado de la mano con los regidores Tito y Valer ahora en vacancoa, y encima lo hayan premiado con la designación de la presidencia de Protransporte”, cuestionaron.
Es lamentablemente que este escándalo de actos de corrupción solo hayan sido perjudicados los dos regidores y no se haya investigado a Guerra García y todo su equipo, pues los regidores en cuestión denunciaron que también deberían investigarse.
No es justo que la pita se rompa por el lado más débil y un facineroso salga libre de toda culpa y encima lo hayan premiado, manifestaron.
La CONET atribuye la diferencia de trato por parte de la Alcaldesa de Lima a su racismo y marginación hacia dos regidores “que tienen rasgos provincianos y a Gustavo Guerra no lo han tocado. Será que es del linaje igual al de su grupo social, o será porque es el presidente del Partido Fuerza Social, o por cálculos políticos el que suceda el cargo después de la revocación sea una persona del agrado de la Alcaldesa”, dijeron.
Instaron a Villarán de La Puente a ocuparse del caso de Guerra, “no solo debe ser destituido del cargo, tiene que ser separado de cualquier cargo de la Municipalidad de Lima, por estar involucrado conjuntamente con los regidores Tito y Valer en presuntos actos de corrupción”, subrayaron.
