Ofrece algunas migajas sobre los derechos mutilados
El sumiso ministro de Trabajo Fredy Otárola, tras ser excluido de la elaboración del explotador régimen laboral juvenil, promulgado con la ley 30288, ahora intenta maquillar su nulo liderazgo en materia laboral diciendo que en el reglamento de la ley se incluira el derecho a reparto de utilidades.
Como se sabe, Otárola fue marginado en el proceso de redacción de la norma, impulsada por el presidente Ollanta Humala y su cónyuge Nadine Heredia, junto con el ministro de Economía Alonso Segura, lo cual evidencia una avidez por favorecer a las grandes empresas ignorando los derechos de los trabajadores. Al parecer, esta ley fue una orden de la CONFIEP al gobierno, para favorecer a las grandes empresas, pues para las pequeñas y a existen normas que recortan los derechos. Así se busca la precarización del empleo no sólo de jóvenes, sino de todos los trabajadores.
“Vamos a precisar el tema del reparto de utilidades; creo que el reparto de utilidades, de acuerdo a ley, tiene que beneficiar a este amplio sector”, declaró a Canal N.
Otárola anunció que en el reglamento, como lo anunció el ministro Segura, establecerá que las contrataciones en este régimen laboral deberán realizarse para cubrir plazas nuevas en las empresas, lo cual, según él, descartará la posibilidad de despidos en las empresas que decidan acogerse a esta ley.
Continuó con su mofa de la fiscalización para evitar abusos diciendo que se creará un equipo especial de seguimiento en la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil), para orientar y fiscalizar a las empresas, en el cumplimiento de la ley y reglamento, pese a que la labor de la SUNAFIL es deficiente por decisión del propio gobierno, que con su falta de control promueve la violación de los derechos laborales.
Sobre los jóvenes con secundaria incompleta, anunció un plazo de 90 días para matricularse en escuelas una vez cuenten con un contrato laboral y mientras al mismo tiempo es capacitado por las empresa contratante y que la matrícula para concluir los estudios sí será un requisito para seguir trabajando.
Finalmente, no dijo nada sobre los jóvenes ya formados en institutos y universidades, los cuales ingresan con sus derechos mutilados.
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