Jóvenes agrupados en organizaciones sindicales, universitarias y de colectivos juveniles, reunidos en la Coordinadora Juvenil por un Trabajo Digno, marcharán hoy por tercera vez en Lima y el interior del país exigiendo la derogación de la abusiva ley 30288, de un nuevo régimen laboral juvenil con derechos mutilados para trabajadores de hasta 25 años menos un día.
La derogación corresponderá al Congreso de la República, donde buen parte de los parlamentarios que votaron por esta ley ya admiten su error. La intransigencia continúa por parte del poder ejecutivo y la bancada humalista con sus aliados.
No irán a casa de Ollanta Humala
Los dirigentes deslindaron de algunas personas que inconsultamente desvían la atención de la marcha hacia la vivienda del presidente Ollanta Humala, pues no hay ninguna coordinación sobre esto y no se responsabilizan por los hechos que pudieran suscitarse entre quienes decidan dirigirse a la casa del Presidente.
La concentración de la verdadera marcha contra la ley 30288 será desde las cinco de la tarde en la Plaza San Martín. De allí se dirigirán por la avenida Arequipa y realizar un plantón en la sede de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep) en la avenida Víctor Andrés Belaúnde de San Isidro por vislumbrarse una confabulación de la Confiep con el gobierno confabulan para mutilar los derechos laborales de los jóvenes.
Los organizadores cuestionan la contumacia del gobierno al persistir en el error de desponar de sus derechos a los jóvenes y no dar muestras de derogar esta ley, dando las espaldas a la juventud.
Lucía Alvites, dirigente del colectivo, advirtió que al cumplir los 25 años estos jóvenes baratos serán despedidos para reemplazarlos por otros menores y con ello se promueve el abuso y el “cholo barato”, declaró a Diario Uno.
Jorge Rodríguez, dirigente del Foro Juvenil de Izquierda, lamentó la forma arbirtaria en que se perparó esta ley, sin dialogar o consultar con los organizaciones juveniles y sindicales. “El gobierno debería dejar su intransigencia y ser flexible para derogar de una vez por todas porque las movilizaciones y el rechazo popular continuará en las calles y no permitiremos que pisoteen nuestros derechos para beneficiar al gran capital”, dijo a dicho diario.
Hecha la ley hecha la trampa
Recordando que las leyes laborales son burladas por decisión de los gobiernos de turno, que lejos de fortalecer la labor fiscalizadora del ministerio de Trabajo y ahora con la Sunafil, mantienen un nivel bajísimo de control sobre las empresas, Rodríguez señaló que los empresarios ya se alistan para “sacarle la vuelta a la ley y buscar pretextos para despedir o no renovar contrato a trabajadores formales”.
En tanto, miembiros de la Juventud Nacionalista se pronunciaron a favor de la derogación de esta ley. “Rechazamos este régimen laboral que con el pretexto de la reactivación económica, a través de paquetazos, es contraria a la esencia del proyecto nacionalista”, indica su comunicado que también demanda amplio diálogo y debate nacional para escuchar las demandas laborales de los jóvenes.
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