Chilenos buscan producir explosivos con gas de Camisea
La planta petroquímica del consorcio peruano-chileno del grupo Brescia y el grupo chileno Sigdo Koppers buscaría producir explosivos para las fuerzas armadas chilenas, según informa el diario La Razón.
La planta petroquímica del consorcio peruano-chileno del grupo Brescia y el grupo chileno Sigdo Koppers buscaría producir explosivos para las fuerzas armadas chilenas, según informa el diario La Razón.
Actualmente la producción chilena de explosivos se encuentra paralizada a causa de la falta de insumos, amoníaco y nitrato de amonio, los cuales los obtendría de esta planta, que busca procesar el gas de Camisea, porque no quieren pagar por un gas importado que les cueste más.
El propio presidente Alan García informó acerca de la instalación de la planta petroquímica, pero ocultó los planes de producción de insumos para explosivos que irían a parar a las FF. AA. chilenas, que se encuentra en una desenfrenada carrera armamentista.
La Razón además denuncia que se dio autorización a la planta en una zona prohibida del área de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Paracas, la cual sería destruida por los insumos corrosivos provenientes de las actividades industriales. La Ley Peruana de Petroquímica 29163, promulgada el 20 de diciembre del 2007, permitiría la instalación de esta planta en zonas prohibidas.
Otras burlas legales
Como si fuese poco —agrega La Razón—, este proyecto (mediante DS 076- 2009, del 1.° de enero de 2009) burla las normas que obligan a emplear maquinaria nueva de última generación para evitar la contaminación ambiental al permitir al consorcio emplear “maquinaria sin uso” y no “maquinaria nueva”, la cual será traída de Chile
No habría gas para las plantas generadoras de electricidad
Con este plan se impediría el abastecimiento de las plantas generadoras de energía eléctrica, lo cual encarecerá este servicio en perjuicio de los hogares y empresas peruanas, pues la planta petroquímica demandará 72 millones de pies cúbicos de gas por día, un volumen suficiente para abastecer una central térmica de 280 MW, el triple de la demanda de la central Santa Rosa de Lima, pero en este caso no se ha resuelto que el tubo de transporte de gas desde Camisea no tiene capacidad de aumentar su traslado para entregarle la producción adicional de gas que necesita el complejo.
Una vez más este gobierno aprista demuestra que está dispuesto a realizar favores a las empresas pisoteando el ambiente, las leyes, las necesidades de la población y la seguridad nacional. En lugar de Palacio de Gobierno pareciera que tenemos “palacio de apetencias”, donde todo es “negociable”, incluso la seguridad nacional.
El propio presidente Alan García informó acerca de la instalación de la planta petroquímica, pero ocultó los planes de producción de insumos para explosivos que irían a parar a las FF. AA. chilenas, que se encuentra en una desenfrenada carrera armamentista.
La Razón además denuncia que se dio autorización a la planta en una zona prohibida del área de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Paracas, la cual sería destruida por los insumos corrosivos provenientes de las actividades industriales. La Ley Peruana de Petroquímica 29163, promulgada el 20 de diciembre del 2007, permitiría la instalación de esta planta en zonas prohibidas.
Otras burlas legales
Como si fuese poco —agrega La Razón—, este proyecto (mediante DS 076- 2009, del 1.° de enero de 2009) burla las normas que obligan a emplear maquinaria nueva de última generación para evitar la contaminación ambiental al permitir al consorcio emplear “maquinaria sin uso” y no “maquinaria nueva”, la cual será traída de Chile
No habría gas para las plantas generadoras de electricidad
Con este plan se impediría el abastecimiento de las plantas generadoras de energía eléctrica, lo cual encarecerá este servicio en perjuicio de los hogares y empresas peruanas, pues la planta petroquímica demandará 72 millones de pies cúbicos de gas por día, un volumen suficiente para abastecer una central térmica de 280 MW, el triple de la demanda de la central Santa Rosa de Lima, pero en este caso no se ha resuelto que el tubo de transporte de gas desde Camisea no tiene capacidad de aumentar su traslado para entregarle la producción adicional de gas que necesita el complejo.
Una vez más este gobierno aprista demuestra que está dispuesto a realizar favores a las empresas pisoteando el ambiente, las leyes, las necesidades de la población y la seguridad nacional. En lugar de Palacio de Gobierno pareciera que tenemos “palacio de apetencias”, donde todo es “negociable”, incluso la seguridad nacional.
Veremos lo que dicen los políticos y el Congreso de esta ilegalidad, pues con un DS el poder ejecutivo no puede modificar la ley, menos para un demencial propósito, como sería abonar al armamentismo de un país enemigo como Chile, que sigue ignorando la civilización universal al proclamar que detrás de sus empresas está su ejército.