No admitieron a su progenitora en cuidados intensivos por no traer DNI
Ana Jara Velásquez, expresidenta del Consejo de Ministros, excongresista, exministra de Trabajo y exministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables paga las consecuencias de su veleidoso paso por el gobierno de Ollanta Humala, donde avaló el parasitismo de los recomendados de la cúpula humalista, quienes sin tener las calificaciones necesarias ni ganas de trabajar se enquistaron en cargos de altos funcionarios a engordar con suculentos sueldos, superiores entre cinco y diez veces a los percibidos por los médicos.
En esta suerte de botín del gobierno de turno que está convertido Essalud, también hay falsos defensores de los trabajadores, como Carmela Sifuentes, que se enquistó en el directorio de Essalud, impuesta por la CGTP, con jugosas remuneraciones a cuenta de Essalud, con las cuales ya no veía las injusticias perpetradas contra la salud, los trabajadores y los asegurados. En tanto, ahora poderosos lobistas rondan a Essalud para su privatización total o la privatización de las áreas que les permitirían ganancias jugosas.
La responsabilidad de Jara es más grave porque ocupó el cargo de ministra de Trabajo, institución de la cual depende administrativamente Essalud. No solo eso. También dirigió el gabinete ministerial.
Así las cosas, no hay una eficiente dirección ni administración y pese a que existen normas que obligan a hospitales y clínicas a atender de emergencia a los pacientes y ocuparse después de los documentos o trámites, esta mañana pereció en el hospital Rebagliati la madre de Jara, quien había sido trasladada desde Ica para recibir un “mejor” tratamiento para la neumonía que sufría.
Recién entonces Jara se preocupa por la calidad del servicio de Essalud y denunció el caso en diversos medios, explicando que la negativa de atención tuvo como pretexto la no presentación del DNI de la paciente, pese a que había sido referida desde otro nosocomio de la misma institución.
Al estar la población desmovilizada y con poca costumbre de hacer valer sus derechos ciudadanos, en todos los gobiernos roban enormes cantidades del dinero destinado a la salud, con la doble finalidad de enriquecerse y arrear a la gente a las clínicas privadas y médicos particulares, para lo cual brindan en los hospitales la peor atención que uno pueda imaginar.
Así, vemos parturientas que son rechazadas en los hospitales y a lo más les permiten dar a luz en los pasadizos o baños, y muchas personas mueren en las salas de emergencia en las que médicos y enfermeras enojados reniegan al ver a los pacientes y les gritan para que entiendan de una vez que deben ir a clínicas particulares.
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