El ministro de Cultura, Salvador del Solar, ha dado las espaldas al valioso patrimonio arqueológico del Perú, al cual no dedica recursos y subsisten en semiabandono. Mientras tanto él se dedica a promover sus intereses, como es dotar de presupuesto al cine, pues él es actor.
Posando después del desastre
Este sujeto no es más que otra muestra de la burocracia parasitaria que ya ha sido criticada por el presidente Pedro Pablo Kuczinsky, pero al parecer no es capaz de darse cuenta de quién se sienta con él en el gabinete. En este caso, este ministro es otro más de la argolla de la Universidad Católica mantenidos por el Estado para que simulen trabajar, mejor dicho roban, pues quien recibe un sueldo y no trabaja es un ratero.
Como si fuese poco, está de viceministro de Patrimonio Cultural un sujeto que no es ni siquiera arqueólogo, sino sociólogo, también de la argolla de la Católica. ¿Qué hace en ese puesto un sociólogo?
El arqueólogo Ignacio Alva Meneses, exdirector del Proyecto Ventarrón, denunció negligencia de las autoridades en el incendio ocurrido en el complejo arqueológico Ventarrón, que el Perú debería haber cuidado como valiosa joya, pues se trata de las expresiones arquitectónicas y artísticas más importantes por tener el mural plícromo más antiguo de América. Ahora se ha quemado el 85%.
Baste decir que se había cubierto el complejo con techo de plástico Onduline, que se derritió y dañó todavía más. Sólo había un guardián y otra persona más pagados con sueldo mínimo, mientras los burócratas dorados gozan de miles de dólares.
Alva Meneses, con toda razón, culpó a la Unidad Ejecutora del Ministerio de Cultura y precisó que se ha perdido toda la capa de pintura, “el daño es desastroso. Si se habían preocupado de mantener la originalidad del sitio, esto lo ha afectado totalmente y va a tener que impostarse mucho para que pueda quedar en buen estado”, lamentó. Cuestionó que el complejo arqueológico carezca de una verdadera infraestructura para protegerlo de los peligros.
Ahorrando en varios parásitos dorados podría haberse dotado a ese y otros complejos de seguridad.
Mural con venado en redes, Ventarrón
“El recinto la Chacana y el mural más antiguo de América de 2000 años, y la Zarigüeya de 4500 años de antigüedad están impregnados con capas de plástico de techo derretido, cuando se debió utilizar calamina”, denunció el arqueólogo.
“El símbolo más antiguo de nuestra identidad regional y una de las obras más destacadas de la arquitectura americana, el mural más antiguo de América, se ha destruido en gran parte, se podrá restaurar quizá, pero con un esfuerzo muy grande. Esperemos que el Estado esté en condiciones de asumir semejante reto”, culminó Ignacio Alva.
El parásito defiende a los negligentes
Alegando que el incendio no se originó dentro del complejo, Salvador del Solar defendió a la Unidad Ejecutora 005 Naylamp señalando que no hay negligencia por parte de ellos.
¿Cuántos sitios arqueológicos más se dañarán por negligencia de la burocracia parasitaria? ¿Cuántas excavaciones ilegales más y latrocinios de piezas serán perpetrados por delincuentes que aprovechan que no se dota de recursos para protegerlos?
Esperemos que este ventarrón logre separar la paja del trigo y que el Presidente eche a este ministro y su argolla de su cargo.
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