Alberto Fujimori: Un alegato previsible
por Juan Sheput
Hoy se le ha permitido a Alberto Fujimori ejercer su derecho a la autodefensa. Un derecho que él y sus cómplices les negaron a miles de inocentes.
Como era previsible, durante esta sesión del Juicio, Alberto Fujimori hizo un alegato basado fundamentalmente en una recopilación de hechos positivos de su gobierno. A pesar de la invocación del presidente de la Corte, Fujimori no se limitó a plantear hechos vinculados a los casos por los cuáles está siendo sometido a juicios, a saber el secuestro de ciudadanos, los crímenes de Barrios Altos y La Cantuta, sino a narrar sólo aquellas cosas que les conviene y que no necesariamente son ciertas.
Alberto Fujimori se quejó que durante el juicio se le acuse de algunos hechos aislados sin tomar en cuenta los aspectos positivos que seguramente hubo durante su mandato. Pero estos hechos en realidad no son tan aislados. Desde mi punto de vista Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos tenían necesidad de pacificar, a como de lugar, el país con el objeto de poder hacer grandes negocios a costa del Estado. No lo movilizaba el hecho de la pacificación para generar bienestar en la población. Buscó el atajo del silencio de los muertos para poder lucrar.
Porque no existe Fujimori sin Montesinos. Y no existe fujimontesinismo sin corrupción. Si Fujimori tenía altos niveles de popularidad era por el uso abusivo y manipulado de la pobreza. Era la metodología de Alex Kouri en el Callao llevado a nivel nacional. Era el reparto de limosnas y dádivas a cambio de fidelidad y aceptación.
Alberto Fujimori el día de hoy ha sido predecible en su actuación. Como no podía ser de otra manera ha apelado al recurso político para demostrar que sus decisiones estaban en lo correcto. Y como era previsible también pidió continuar el próximo Viernes. La idea es administrar los tiempos tal y como lo hacen las telenovelas. Para completar el cuadro no faltaron los omnibuses y los militantes de la portátil fujimorista tal y como fue en las épocas de la dictadura.
En medio de todo Fujimori parece olvidar una cuestión elemental cuando apela a la memoria de todos los peruanos. Fujimori olvida que ya no está en los tiempos de su gobierno en que no se le podía responder porque tenía comprada a la prensa.
Ahora se le puede contestar y desenmascarar sus mentiras.