Mientras el gobierno y los políticos discuten sobre el “narcoterrorismo”, el dirigente del grupo terrorista Sendero Luminoso, Víctor Quispe Palomino, “Camarada José”, amenazó con continuar sus ataques hasta lograr expulsar a las Fuerzas Armadas de la zona de Vizcatán, en Ayacucho.
Según informa hoy Peru.com. las amenazas las habría lanzado mediante dos comunicaciones telefónicas al diario ayacuchano Jornada y a la agencia Inforregión, medios que recibieron la notificación de una escalada de arremetidas armadas contra los militares.
Despoblamiento
Quispe Palomino acusa al Ejército de pretender “despoblar de toda la zona a los guerrilleros y todos los campesinos para apoderarse de la zona petrolera de Torococha, colocando alrededor bases militares”, y defendió al narcotráfico aduciendo que los campesinos que siembran y procesan la droga no son “narcos”, sino una masa empobrecida que busca así cubrir sus necesidades.
“En el VRAE algunos campesinos, para resolver las necesidades de sus familias cargan la droga y la llevan hasta la ciudad de Lima y al exterior, porque así piensan ayudar a sus familias empobrecidas por estos explotadores”, señaló.
El senderista manifestó que “los verdaderos narcotraficantes son los más poderosos del mundo, la oligarquía financiera” no son las personas que negocian en el Valle del Río Apurímac y Ene (VRAE), pues son sólo intermediarios o trabajadores asalariados.
Sobre su armamento, dijo que proviene no solamente del narcotráfico, sino de la confiscación de armas del Ejército y de malos elementos del Estado vinculados al tráfico de municiones.
“Nosotros podemos comprar, pero la mayor parte de nuestro abastecimiento de armas y municiones se deben a las mismas Fuerzas Armadas y policiales. La confiscamos, y como es tanta la corrupción usted no sabe quiénes están metidos en el negocio de las armas”, indicó y negó que sea incorrecto recibir dinero del narcotráfico para financiar sus acciones militares. “¿Por qué va a ser malo que tengamos cualquier moneda? ¿Por qué va a ser malo que compremos alimentos”, preguntó el dirigente terrorista.
¿Qué está pasando?
Sin que Quispe Palomino realice estas declaraciones, ya se sabía que su grupo terrorista recibe dinero del narcotráfico. Pero en esta enfermiza situación, como ya habíamos visto en otros artículos, hay muchos misterios por resolver e indicios que deben analizarse en profundidad.
No se necesita ser adivino para saber que existen tremendos faenones en torno a los lotes petroleros, es un iceberg cuya punta apareció con el escándalo de Rómulo León y sus petroaudios.
¿Qué hacen las tropas de EE. UU. en diversos lugares de la zona?
EE. UU. promueve políticas de despoblación con la finalidad de ocupar territorios y explotar sus recursos, según denuncia Lyndon Larouche, en Executive Intelligence Review (número de catálogo de la biblioteca del Congreso de Estados Unidos 93-72332), en el trabajo “El complot para Aniquilar a las Fuerzas Armadas y a las Naciones de Iberoamérica”, donde detalla un plan internacional para sojuzgar a los países de América Latina y advierte del plan estadounidense de penetrar con el pretexto de la ayuda social y la lucha contra las drogas para dominar la región y provocar separatismos, donde planifican el desmembramiento del Perú.
El documento sindica al Diálogo Interamericano como uno de los brazos del plan estadounidense para América Latina que no sólo contempla la desestabilización de las Fuerzas Armadas, sino un plan pronarco, que descarta la moralidad en el tratamiento del narcotráfico, entre otras aberraciones, como procurar la despoblación (recordemos la esterilización forzada de indígenas perpetrada por Fujimori con ayuda de la USAID mediante las ONG), la ocupación militar de EE. UU. , la agudización de conflictos étnicos para dividir a los países, fomento de los conflictos fronterizos. Además, para el Perú incluye maniobras en favor de Sendero Luminoso y contra las Fuerzas Armadas y la Iglesia Católica.
Larouche destaca la declaración de Carlos Boloña ante el Consejo de las Américas, donde les dice a los estadounidenses “que no se preocuparan, que a los militares peruanos se les tiene estrangulados económicamente y que no le darían el presupuesto que necesitan para vencer a Sendero”.
Nombra a los representantes del DI: Mario Vargas Llosa, Javier Pérez de Cuéllar, Beatriz Merino, Javier Silva Ruete y Pedro Pablo Kuczynski. En 1986 el DI reconoció no reducir los ingresos del narcotráfico con el fin de pagar la deuda externa a los banqueros
Además, como lo subrayan diversos políticos, en la lucha antidrogas todo lo que se ha conseguido como capturas son grupos de tristes “burriers”, no hay un solo capo de la mafia narcotraficante.
¿Acaso Sendero Luminoso está delatando ahora a sus presuntos patrocinadores, es decir a Estados Unidos?
Resultados de EE. UU. tras su incursión en algunos países
En Afganistán, antes de la invasión perpetrada con el pretexto de lo que varios especialistas llaman el fraude del terrorismo de Bin Laden (pues achacan a la CIA las acciones contra las Torres Gemelas y el Pentágono), los afganos tenían bajo control y casi erradicado el tráfico de opio. Después de un tiempo de invasión, el tráfico de esta droga es un mercado floreciente en la región.
En Colombia, los EE. UU. tienen largos años de instalados con el pretexto de eliminar el tráfico de drogas. Lejos de conseguir su objetivo, el narcoterrorismo en Colombia está hoy más fuerte que nunca.
Vemos que si los EE. UU. no alientan el narcotráfico y el caos, por lo menos sus políticas son un fracaso, de modo que no hay justificación para su presencia en nuestro país.
En un hecho increíble, EE. UU. acaba de felicitar a México por su “lucha” contra las drogas, trabajo que realizan apoyados por los EE. UU., pese a que el mundo se estremece en los últimos meses al leer las noticias que dan cuenta del creciente número de asesinatos, son decenas y cientos de macabros crímenes que incluyen salvajes degollamientos y decapitamientos. Inclusive, está probado que las armas de los narcotraficantes provienen de EE. UU., país incapaz de evitar el tráfico de armas, lo cual ha permitido feroces enfrentamientos de narcotraficantes y tropas mexicanas hasta con duración de horas. No sería raro que Sendero Luminoso comience también a exhibir armamento proveniente de EE. UU.
Además, es sospechoso el comportamiento de EE. UU., potencia que es capaz de desatar costosas guerras, pero es incapaz de erradicar los puntos de venta de drogas en su propio país. Adicionalmente, EE. UU. tiene el execrable antecedente de que sus mandatarios actual y anterior, Obama y Bush, declararon haber consumido alguna vez drogas, lo cual indica el nivel moral del gobierno de ese país.
Tropas de EE. UU. y la DEA: que se vayan
Si esto es lo que sucede en los países donde ingresan los agentes de la DEA y las tropas de EE. UU., lo sabio sería expulsarlos. Solos podríamos luchar mejor contra el narcotráfico y si en algún caso se trata de pedir alguna ayuda exterior, ésta debería provenir de potencias con equipo tecnológico que pueda servirnos y que no tengan los terribles antecedentes de EE. UU.
Es una ofensa que vengan “expertos” a burlarse, nuestras Fuerzas Armadas y Policiales están lo suficientemente entrenadas para combatir el narcotráfico, si se trata de estrategias, el Perú tiene para enseñar.
Por último, urge que el Congreso investigue la existencia de concesiones en los lotes petroleros de la zona.