Manuel Rosales, ¿corrupto o perseguido?
El congresista Javier Valle Riestra se convirtió en abogado de Manuel Rosales, político opositor venezolano, y confirmó que su defendido solicitó asilo en el Perú.
Rosales asegura ser perseguido enriquecimiento ilícito que se le imputan, lo cual, según Rosales, se trata de una conspiración política.
El delito de enriquecimiento ilícito que se imputa al ex gobernador del Zulia y alcalde de Maracaibo, Manuel Rosales, está previsto en el artículo 73 en concordancia con el artículo 46, ambos de la Ley Contra la Corrupción.
El ministro de Interior y Justicia venezolano, Tareck El Aissami, informó que "si Manuel Rosales no se presenta ante el tribunal 19 de Control de Caracas será un prófugo de la justicia y en consecuencia se activarán los mecanismos que se determinen para su captura internacional. Estamos ante una persona solicitada por la comisión de delitos comunes", por lo que aclaró que no son delitos de naturaleza política.
"No es ningún perseguido político por el Gobierno Nacional, tal y como pretenden hacer ver algunos medios de comunicación, para excusar algunas conductas materializadas por este ciudadano ", advirtió El Aissami.
No es la primera vez que prófugos de la justicia venezolana solicitan asilo político a Perú. Anteriormente, Carlos Ortega, quien era presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), escapó de una prisión militar de Caracas, donde cumplía una condena de 16 años por "rebelión civil e instigación para delinquir", tras lo cual el Perú le otorgó asilo.
El Gobierno venezolano insiste en que Rosales podría convertirse en un prófugo de la justicia y que podría emitirse una orden de captura internacional contra Manuel Rosales.
Los pajarracos del “hemicirco”
Tras conocerse el pedido de asilo, congresistas apristas, fujimoristas y de Unidad Nacional se adelantaron a demandar se otorgue el asilo, pese a que ni siquiera han revisado el expediente con los delitos por los cuales se acusa a Rosales.
Algo más cautos se mostraron el congresista Yohny Lescano, quien señaló que lo que se debe analizar es si Rosales cumple o no con los requisitos “que se basen en hechos concretos y no en versiones”.
Por su parte, la ministra de Justicia, Rosario Fernández, indicó que tendrán que considerar todos los elementos, motivaciones y criterios.
¿Bastaría que sea opositor para no querer ver los delitos si son probados?
De ser ciertos los delitos perpetrados por Rosales, el Perú estaría oponiéndose a la acción de la justicia venezolana.
Es pertinente recordar que el presidente Alan García fugó del Perú alegando ser perseguido político, pero cuando regresó se escondió en la prescripción para evitar ser investigado por enriquecimiento ilícito, siendo que hay indicios razonables por el departamento que adquirió en París por un millón y medio de dólares, casas de playa y por la manutención que pudo dar a su familia numerosa en París, ciudad donde el costo de vida es caro. Además, García pudo solventar estudios de sus hijas en las universidades más costosas de Estados Unidos.
Es innegable el hecho de que Fujimori implantó una dictadura, pero el pretexto de la persecución política fue utilizado por García para burlar las investigaciones de la justicia peruana, cuando, por lo importante de su investidura de mandatario, debería haber renunciado a la prescripción para someterse a investigación.