Alberto Pizango |
La huelga indefinida que acatan desde hace 27 días las comunidades indígenas de la selva ante la negativa del gobierno por derogar los decretos legislativos que vulneran los derechos de dichos grupos humanos, ingresó a una etapa peligrosa.
Alberto Pizango, presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), lamentó que el ministro de Defensa, Ántero Flores-Aráoz, haya ordenado a la Marina de Guerra arremeter contra las embarcaciones de los nativos Kichuas y Arabelas de la comunidad de Copal Urco, que bloqueaban desde la semana pasada el río Napo, en Loreto, para impedir el tránsito de embarcaciones petroleras.
Según informa AIDESEP en su web, a las 5 y 30 de la mañana de ayer un buque de la Quinta Zona Naval rompió la barrera que los indígenas había levantando de orilla a orrilla en el río Napo, con la finalidad de abrir paso a tres embarcaciones de la empresa petrolera PERENCO ― denunciada en otros países por sus prácticas contaminantes ―.
"No estamos contra las petroleras o las madereras, estamos contra los abusos y las violaciones de los derechos de los pueblos indígenas. Este no es un problema del año pasado, es un problema histórico", precisó Pizango, quien además aseguró que esta medida del gobierno central provocó la indignación de los pobladores.
Por su parte, Wagner Musoline Acho, presidente del Comité de Lucha de los Pueblos Indígenas calificó el hecho como "una clara provocación" y dijo no tener ninguna duda de que la orden viene desde Lima. Recordó que la semana pasada el máximo representante de la petrolera francesa PERENCO visitó al presidente Alan García en Palacio de Gobierno.