Los aprofujimoristas, que convocaron a la herodiana ministra de Salud, Zulema Tomás para explicar la preocupante muerte de neonatos y la falta de incubadoras, equipamiento y personal de salud, dejaron que ella disimule estos fallecimientos y no cuestionaron que en lugar de salvar la vida de bebés peruanos se destine millones de soles a entregar costosos medicamentos para el sida a miles de venezolanos que han invadido el país.
Estos parlamentarios aprofujimoristas precisamente son los instigadores de la invasión de venezolanos al Perú sin ningún control, lo cual ha dejado en nuestro país decenas de asesinatos en manos de criminales de ese país, y miles de asaltos contra personas indefensas, además de la paz que roban en muchos distritos al protagonizar grescas, escándalos, borrachera, proxenetismo y prostitución.
Venezuela, para proteger a su población, siempre exigió examen para descartar sida o VIH a los peruanos que ingresaron hace décadas a su país, pero la demencial adulación de la Cancillería peruana a los Estados Unidos, que busca atizar la emigración de venezolanos para dar mayor impresión de gravedad de su crisis, llevó al gobierno de Pedro Pablo Kuczynski a abrir fronteras peruanas a los venezolanos sin ningún control, como si nuestro país fuese un corral cualquiera, política que con replica el gobierno del presidente Martín Vizcarra, pues los venezolanos sin documentos necesarios firman un formulario y obtienen estatus de “refugiados”.
Millones para venezolanos con sida, en lugar de cubrir carencias de salud para peruanos
Cada tratamiento para los enfermos con sida cuesta miles de soles, lo cual significa millones de soles para los miles de venezolanos con sida que están saturando los hospitales. Por ejemplo, en los hospitales Cayetano Heredia e Hipólito Unanue (antes Bravo Chico), hay tal cantidad de enfermos con VIH o sida exigiendo medicamentos gratuitos que se forman largas colas imposibles de atender y han tenido que abrir más turnos, mientras otros medicamentos son negados a pacientes peruanos, así se derrocha el dinero de todos los peruanos, que además ya están siendo contagiados con esa enfermedad.
Pero no sólo ha sido el aprofujimorismo que no cuestiona este mal manejo, pues ninguna otra bancada ha defendido a los peruanos para que los recursos de salud se gasten en ellos y no en venezolanos. La prensa mermelera también evita poner sobre el tapete el derroche en los venezolanos en perjuicio de la salud de los niños o peruanos en general, a quienes muchas veces se les niega medicamentos y buena atención de salud.
Así las cosas, la ministra expuso de forma deplorable con argumentos tan vergonzosos como señalar que ella es “madre” y "mujer". ¿Qué interesa que sea madre? ¿Acaso no hay madres desnaturalizadas? La maternidad nada tiene que ver con la calidad del desempeño profesional en la atención a los bebés, pues hay no-madres que pueden atender mejor que las madres a los niños. Además, el profesionalismo no está en ser hombre ni mujer, para que se defienda haciendo creer que por ser mujer va necesariamente a trabajar en favor de los niños.
En la sesión de la Comisión de Salud que preside la legisladora Rebeca Cruz Tévez (APP), la ministara toreó la verdad y no profundizó sobre el caso de la muerte de bebés prematuros en Lambayeque, sino que distrajo la atención con cifras generales de todo el Perú.
Dijo que ha disminuido en un 18% la incidencia de mortalidad neonatal en el país yo que gracias a una ardua labor desplegada en su gestión se han salvado a 16 mil prematuros en el país, pese a la deficiente infraestructura del sistema de salud.
Ella fue citada para informar sobre la situación del sector Salud en el país y la muerte de 1,817 niños entre enero y agosto de este año. Al respecto, dijo que su sector despliega “esfuerzos articulados para reducir la mortalidad materna y neonatal en el país”, como parte de una política de bienestar en la población.
“Hacemos todo lo posible para salvarlos. No es solo un tema de incubadoras, sino también de monitores y medicamentos”, además de personal médico. Se trata, resumió, de todo un programa integral de desarrollo para velar por la vida de los recién nacidos.
Adujo que pese a la brecha real, el trabajo conjunto desplegado en su gestión ha logrado la reducción de la mortalidad neonatal en un 18% a nivel nacional en lo que va del año.
Existe una importante incidencia de nacimientos prematuros. Este año han nacido 254 mil niños en el país, de estos, 17 mil fueron prematuros con menos de 37 semanas de gestación y bajo peso, informó Zulema Tomás en sesión de la Comisión.
También culpó a las adolescentes por dar a luz prematuros, cuando el Estado no realiza trabajo efectivo de prevención de los embarazos en adolescentes.
De igual manera, culpó a las regiones de las deficiencias en la atención en estos casos, cuando es el ministerio de Salud la entidad rectora en materia de Salud, no las regiones, las cuales debería haberlas controlado y abordado a tiempo en sus faltas.
Planillas doradas
A la ministra tampoco se le ha cuestionado que, pese a que no hay dinero para satisfacer a las necesidades básicas de muchos hospitales y centros de salud, se continúe pagando una planilla dorada de asesores parásitos con sueldos mayores que los de los médicos, ganan más de 14 mil soles más viáticos suculentos. En los últimos años se ha incorporado venezolanos incapaces que además no conocen la realidad peruana, a la planilla dorada del Minsa.
Eterna funcionaria e incapacidad
La ministra Tomás tiene muchos años en altos cargos en el ministerio de Salud, por lo cual debería haber aprendido bien sobre el control de las necesidades y gestión de salud en todo el país, en especial en las zonas que más necesitan, por lo tanto es incapacidad que haya permitido tanto tiempo esta situación con los prematuros en Lambayeque
Sin una política de Estado integral
Los problemas de salud no serán resueltos mientras no se realice un trabajo integral. Muchos de los recursos del Estado se destinan a gastos millonarios innecesarios como consultorías insulsas para los compadres del gobierno de turno, millones en publicidad estatal para que la prensa mermelera defienda al gobierno de turno, pero se descuidan los recursos para la educación, la prevención, la salud y la seguridad.