Religiosos canadienses piden reincorporación de parlamentarios indígenas suspendidos
La Iglesia Unida del Canadá remitió una carta al presidente del Congresso peruano, Angel Javier Velásquez Quesquén, pidiendo la imediata reincorporación de los siete congresistas indígenas suspendidos por el Parlamento por protestar contra cláusulas del Tratado de Libre Comercio que el Peru está firmando con los Estados Unidos y que son perjudiciales para comunidades indígenas.
Las parlamentarias María Sumire, Hilária Supa, Nancy Obregón, Cayo Galindo, Yaneth Cajahuanca, Juana Huancahuari y Rafael Vásquez, fueron suspendidos por 120 dias de las sesiones legislativas, con previsión de retornar a los trabajos en el Parlamento solamente en marzo de 2010, sin ecibir, inclusive, presupuesto mensual, ellas y sus asesores parlamentarios.
“Nos inquieta mucho esa acción, porque nos parece que excluir esas voces indígenas de los debates del Congreso deja a fuera del camino del diálogo democrático y cífico que podría resolver la crisis actual”, escribe la ministra ejecutiva de la Unidad de Justicia y Relaciones Globales y Ecuménicas de la iglesia canadiense, Omega Bula, con copia de la carta enviada al presidente de la República, Alan García.
María Sumire describe en una carta: “…decidimos quedarnos en las instalaciones del hemiciclo como medida de protesta y ante la impotencia de ayudar a nuestros hermanos en pie de lucha simplemente porque se nos considera ciudadanos de segunda categoría, la Bancada Nacionalista en pleno nos acompañó y realizamos un ayuno con una vigilia en memoria de los espíritus de los hermanos caídos y exigiendo no derramar más sangre para construir un Perú inclusivo y democrático".
Hay que notar que una suspensión de esta naturaleza es, en verdad, muy desproporcional a los hechos. Otros congresistas culpables de corrupción o de conducta inmoral han recibido sólo 15 o 30 días de suspensión.
La Iglesia Unida del Canadá pide la inmediata suspensión de la pena aplicada a los congresistas, en una maniobra política que tiene la intención de silenciar las voces indígenas en el Congreso peruano.
"Pido que escriban cartas parecidas protestando por esta medida injusta y antidemocrática que intenta silenciar las voces indígenas dentro del Congreso del Perú – voces más necesarias que nunca ahora que los Pueblos Indígenas a través de todo el Perú se levantan para defender sus derechos ancestrales y la integridad de ecosistemas frente a las amenazas de intereses mineras, petroleras, y forestales", dice Mark Hathaway, Coordinador de Programa para Sudamérica dela Iglesia Unida de Canadá.