Transparencia, asociación civil que aduce ser fortalecedora de la calidad democrática y observadora electoral, no lo es tal y lo demuestra por su silencio cómplice ante la grotesca injerencia del venezolano Leopoldo López, sentenciado por delitos violentos en su país, quien se pasea por todos los canales y foros en defensa de la organización criminal fujimorista.

 

Allan Wagner 15

Canciller violador de la neutralidad electoral

 


El canciller Allan Wagner estaba presidiendo Transparencia y sólo ha hecho un paréntesis para ocupar el cargo de ministro, pero en la práctica el equipo de dicha organización está sometido a Wagner, pues avalan su violación de la neutralidad electoral a la que está obligado todo funcionario del Estado en elecciones.

Recordemos que Wagner saltó como un can a atacar a Evo Morales y José Mujica por expresarse sobre las elecciones mostrando su simpatía por Pedro Castillo, pero ahora cuando hay injerencia extranjera mucho más abierta y fuerte en favor de Keiko Fujimori no sólo que calla, sino que utiliza su cargo para ayudar en dicha injerencia realizada por el venezolano Leopoldo López, sentenciado en su país por delitos violentos, o sea delincuente.

1) López no podía ingresar en el aeropuerto. Bastó una llamada del nobel procorrupción Mario Vargas Llosa para que Wagner ayude a dicho extranjero a ingresar al Perú.

2) Desde hace días López se está inmiscuyendo en las elecciones en foros, canales de televisión y radio despotricando contra la candidatura de Pedro Castillo pretendiendo asustar a los electores diciendo que Castillo traerá un gobierno como el de Venezuela, pese a que hoy en el mundo ningún izquierdista quiere copiar el modelo venezolano.

La ley establece multas y sanciones administrativas y penales para los funcionarios violadores de la neutralidad electoral.

Transparencia hace oídos sordos sirviendo de taparrabos a Wagner y en consecuencia al presidente Francisco Sagasti, cómplice de la conducta de Wagner pues debió sancionarlo o separarlo públicamente.

Transparencia responde al gran capital

Financian a Transparencia grandes empresas y organizaciones extranjeras como la USAID, con quienes esta organización no quiere quedar mal. Tampoco es coincidencia que empresas como Agrokasa Drokasa, de José Chimpler, financian o financiaron a Transparencia. Chimpler es acusado de sórdidas relaciones con el fujimorismo. Ver Chlimper estafó al Perú con audio para tapar escándalo de lavado de activos de Joaquín Ramírez y Keiko Fujimori


Además integran Transparencia gente como la chilena Carolina Trivelli. No es coincidencia que todos los chilenos estén en contra de la candidatura de Pedro Castillo, porque perderían privilegios corruptos.

Como era de esperarse, la conducta servil de Transparencia ante la procacidad de Wagner, Vargas Llosa y el fujimorismo es callada por la gran prensa mermelera que defiende los intereses de Chile y de grandes empresas acostumbradas no a competir limpiamente sino en corrupción, y reprensible ventaja.


Transparencia no es transparente, es oscura, hedionda y venenosa y en la práctica está funcionando como agente extranjera, por lo cual el Perú debería legislar como en Rusia, donde organizaciones como estas deben registrarse como agentes extranjeras, para que no engañen con sus injerencias políticas.

 

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