Ante las pretensiones de la mafia fujimorista de echar sombras sobre el proceso electoral y maniobrar buscando un golpe, pese a que los observadores internacionales dan fe de su limpieza, miles de ciudadanos marcharon hoy en el Cercado de Lima exigiendo la pronta proclamación del virtual presidente Pedro Castillo.
Una original representación sobre un vehículo llevaba a una joven vestida de Keiko Fujimori en traje a rayas en una jaula entre barrotes, en alusión a los 30 años de prisión que ha pedido la Fiscalía para ella por múltiples delitos de corrupción.
El desfile interminable duró horas, con la participación de delegaciones de todo el Perú, de Tumbes a Tacna, de la costa a la selva, quienes portaban carteles y pancartas identificando su origen y contra las movidas de la representante de la corrupción, Keiko Fujimori de Fuerza Popular.
Se hicieron presente colectivos, gremios de trabajadores, comités distritales y regionales de Perú Libre, el colectivo de mujeres víctimas de esterilización forzada perpetrada por el fujimorismo, sindicatos, ronderos e incluso grupos no políticos como Alfa y Omega y algunos representantes LGTB.
Fue una marcha alegre, que ocupó muchas calles, con bandas, bailes, coros contra la banda delincuencial fujimontesinista, por la defensa de la democracia, del respeto a los trabajadores de la ciudad y del campo, a los derechos humanos, el respeto al voto popular que quiere pisotear la mafia fujimorista.
No faltaron las grandes ratas representando a la corrupción y mafia del fujimorismo. Una original representación sobre un vehículo llevaba a una joven vestida de Keiko Fujimori en traje a rayas en una jaula entre barrotes, en alusión a los 30 años de prisión que ha pedido la Fiscalía para ella por múltiples delitos de corrupción.
Los manifestantes se dirigieron hacia la Plaza San Martín, que desbordó de gente a la espera de la aparición del virtual presidente Pedro Castillo.
El desfile transcurrió de manera pacífica y ordenada, con participación de la Policía, atenta ante posibles incidentes, como el de hace unos días, cuando energúmenos fujimoristas emprendieron a palazos contra tranquilos partidarios de Pedro Castillo que llegando de diversos puntos del Perú se mantienen aguardando la proclamación del nuevo presidente.
