Se debe rediseñar y reducir el financiamiento de partidos que cuesta a todos los peruanos, pues partidos como el fujimorista lo usan para pagarse maestrías.
Por ejemplo, los exparlamentarios Segundo Tapia, Karina Beteta y Roy Ventura se han hecho pagar maestrías en Comunicación y Marketing Político con fondos públicos provenientes del financiamiento a partidos políticos que es administrado por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), detalló el programa Punto Final de anoche.
Los fujimoristas firmaron un convenio con Global TIC Services Perú, el nombre comercial en el país de la Universidad Internacional de La Rioja, para que siete integrantes de su organización puedan recibir dicho programa académico de posgrado en el que en total se destinó 25.000 euros de fondos públicos.
Asimismo, el partido habría contratado los servicios de El Proveedor para la matrícula de siete vacantes del master en Comunicación y Marketing Político, a valor de S/ 14.000 por cada vacante de la maestría virtual. Otro beneficiado con esta maestría sería Luis Galarreta, excandidato a la vicepresidencia de Keiko Fujimori, y actual parlamentario andino del fujimorismo. Estos financiamientos sería para mejorar la enseñanza en la Escuela Naranja, abierta en agosto de este año.
Sólo debe ser para propaganda
Los políticos deben formarse a sí mismos para emprender sus aventuras electorales. El Perú tiene abandonados a muchos niños en su educación y el Estado no tiene por qué pagar educación a gente que pretende ocupar cargos de elección política, pues ya deberían estar formados y haber estudiado con su dinero, en universidades públicas si no tienen para pagar una privada, o bien con becas si se las merecen.
Se alegó que los partidos necesitaban financiamiento para recortar la brecha ente partidos que carecen de aportantes solventes y los que tienen muchas empresas que los financian, porque se presta a la corrupción en la forma de precoimas, es decir dinero adelantado a cambio de contratos y otras prebendas.. Este dinero básicamente se ha gastado siemre en propaganda electoral, por tanto, el uso de estos fondos debería ser estrictamente para propaganda.