La semana que comienza mañana promete ser de antología. No hay duda de que la historia republicana del Perú abunda en aberraciones, produce calcos y copias oprobiosas y quién mejor que un político decente, veterano y muy informado para ilustrarnos.
Don Héctor Vargas Haya, a sus 95 años, nos cuenta que:
“En el tomo VI, pp. 3491-3518, del archivo denominado “En la Sala de la Corrupción”, de 801 páginas, se detallan los espeluznantes relatos de latrocinios y crímenes perpetrados por la siniestra dupla Alberto Fujimori-Vladimiro Montesinos, durante la década de 1990-2000.
En el acta de 13 de marzo de 1990 se revela la humillante actuación del “alto mando” de las Fuerzas Armadas y cuatrocientos jefes y oficiales, que en repugnante escena presidida por Vladimiro Montesinos, desfilaron disciplinadamente, sin dudas ni murmuraciones, para firmar el acta de adhesión y sumisión a la autocracia de la década 1990-2000.
El elenco reprobable
En el estrado figuran Montesinos y los generales y almirantes Carlos Tubino, Julio Salazar Monroe, José Villanueva Ruesta, César Saucedo Sánchez, Elisbán Bello Vásquez, Humberto Rosas Bonicelli, Fernando Dianderas Ottone. Luego aparece la larga fila de militares, encabezada por generales y almirantes, entre ellos, los jefes J. Venero, Víctor Malca Villanueva, Hermosa Ríos, Jorge Camet, Luis Guiampietri, José Huerta, Wilmer Calle Rendón, Carlos Tafur Ganoza, Pablo Carbone Ormeño, Armando Santisteban de la Flor, Elmer Calle y otros, integrantes del alto mando castrense, en cuyas manos se hallaba la “defensa de la soberanía nacional”, pero aquella vez, era la “soberanía” de la más siniestra red de corrupción y crimen.
Cuesta creer lo que en las páginas de aquel histórico volumen se refiere y retrata fielmente, la práctica de las más inimaginables acciones criminales de una dupla, que tuvo la habilidad de anestesiar a los más altos mandos de las instituciones armadas, cuyos integrantes, con alguna excepción, como la del gallardo general Jaime Salinas Sedó, quien, en una patriótica actitud de decencia, el 13 de noviembre de 1992 encabezó un contragolpe contra la autocracia de Fujimori con el fin de retornar a la civilizada vida democrática, pero terminó perseguido y encarcelado junto con otros pocos patriotas.
¡De dónde los millones!
¿Cuál fue el origen de los millones que repartía? Debe recordarse que Fujimori, in péctore procedía fríamente a la enajenación del patrimonio nacional, es decir la venta subvaluada de 238 empresas del Estado, de cuyo importe de nueve mil millones de dólares, sólo ingresaron al Erario, seis mil millones, sin que a nadie se le ocurriera pedirle cuentas y conocer el destino de los tres mil millones restantes, que sin duda fue la fuente para los múltiples latrocinios de la siniestra dupla.
Genio del mal
Montesinos, sujeto de una gran inteligencia y habilidad, pero para el mal, tuvo un poder increíble dentro de Fuerza Armada, a la que, dicho de paso, conocía perfectamente, pues había integrado el Ejército, llegó al grado de capitán y renunció, según pregonaba, decepcionado.
Siniestra historia
Una sensacional obra, meticulosamente redactada, best seller de las escritoras británicas: Sally Bowen y Jane Holligan se titula: “El Espía Imperfecto, relata con lujo de detalles, la siniestra historia que permanecía inédita para cuya exitosa publicación recibieron la colaboración del Fund for Investigative Journalism, Washington D.C.
Alma de soplón
Algo que merece ser examinado en la calculada actitud de Montesinos es su vocación de registrar, meticulosamente, en grabaciones, fotografías y pantallas de televisión, los sobornos y las imágenes, nombres y apellidos de venales impostores, de todas las categorías: políticos, jueces, brodcasters, empresarios, jefes militares, generales y marinos, integrantes de la fauna delincuencial que se embolsaban fajos de billetes de dólares, creyendo alegremente que procedían, como estilaban, en el consabido secreto de Estado.
Sinónimo de crimen
Fue el siniestro fujimorismo, vocablo que bien podría ser incluido en el Diccionario de la Lengua Española, como sinónimo de delincuencia, genocidio, corrupción, criminalidad, lacras sociales e identifican a una de las más nefastas etapas políticas del Perú, década de 1990-2000, en la que se hizo escarnio a la sociedad peruana, mediante prácticas de socavamiento de la sociedad: robo, enriquecimientos ilícitos con exacciones al Erario.
Crimen, asesinatos de estudiantes, alumnos, profesores, funcionarios, ciudadanos inocentes, bajo supuestas sospechas de imaginarios atentados con el siniestro propósito de exterminar a todos los que el fujimorato consideraba adversarios o “enemigos”, habiéndose llegado hasta el masivo crimen de esterilización de miles de indefensas mujeres.”
03.03.2024
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Señal de Alerta
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