El Perú condenó el ataque desplegado contra territorio israelí. “Fiel a sus principios y respeto a la Carta de las Naciones Unidas, urge a cesar de inmediato la violencia y exige que se cumplan los principios del derecho internacional humanitario sin distinciones”.

 

Torre Tagle

Finalmente, ante la gravedad de la situación, exhorta al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a adoptar inmediatas y resolutivas decisiones, acorde a su mandato en procura de la paz y seguridad internacionales”, indica el comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores del Perú.

Doble rasero

No sería cuestionable esta condena si previamente nuestro país hubiese condenado el ataque terrorista de Israel contra el Consulado de Irán en Damasco, violando con ello territorio iraní, pues toda sede diplomática, según el derecho internacional, es territorio del país que representa.

Una vez más la actuación de la Cancillería es vergonzosa. Cuando dos países están en conflicto, con mayor si el conflicto es armado, a un país civilizado no le corresponde tomar partido por tal o cual país, sino ceñirse al derecho internacional para pronunciarse.

Así, es incorrecto que primero el Perú haya guardado silencio sobre el ataque israelí del 1.o de abril, que dejó 13 muertos, entre ellos militares iraníes de alto rango, y después de guardar ese silencio ominoso condene a Irán por tomar su derecho a represalia contra Israel.