Al igual que el delincuente Alberto Fujimori, su hija Keiko recurre a toda clase de leguleyadas para burlar el brazo de la justicia. Esta vez, eliminó su nombre de la sucesión de herederos de su madre Susana Higuchi, colocando en su lugar a sus hijas.
Keiko Fujimori, conocida en el hampa judicial como “señora K”, acusada de lavado de activos y organización criminal evitaría el embargo si el Poder Judicial dispusiera el pago de una reparación civil.
Según la Procuraduría, si Keiko Fujimori fuera hallada responsable, deberá pagar una reparación civil de S/ 151 millones, lo cual ella busca impedir a no tener bienes en su nombre, excepto un vehículo de varios años de antigüedad, informa el semanario Hildebrandt en su 13.
Susana Higuchi pereció en febrero pasado, por lo cual los cuatro hermanos Fujimori Higuchi tuvieron que tramitar la sucesión intestada. En ella Keiko Fujimori cedió la parte de la herencia que le correspondía a sus dos hijas.
El documento, publicado por dicho semanario, muestra que la sucesión intestada que se hizo en la notaría Cecilia Hidalgo, solo dos de los hermanos Fujimori Higuchi aparecen como herederos, Kenji y Hiro. Los otros beneficiarios son los nietos de Susana Higuchi; las hijas de Keiko y la de Sachi.
Las hijas de Keiko Fujimori, al ser menores de edad, para disponer de sus bienes necesitan un tutor legal, que podría ser su padre o su madre.
La finada poseía un patrimonio, que incluía 34 inmuebles y 22 vehículos. Estos bienes los fue vendiendo en los últimos 15 años de vida.
Finalmente, lo que los hijos de Susana Higuchi recibieron como herencia fueron cuatro inmuebles, una camioneta y tres motos. Al no haber un testamento, son los hermanos quienes deben decidir qué le corresponde a cada uno.
Una de las propiedades de esta herencia es la hacienda Pampa Bonita, una chacra de 12 hectáreas que Alberto Fujimori consiguió engañando al Estado, al hacerse pasar como un beneficiario de la reforma agraria.
Precisamente, en este lugar es donde al exdictador se le ha visto paseando recientemente. Esto demuestra que él fue quien obtuvo mayores beneficios de la herencia de su exesposa.
Vale recordar que los 4 inmuebles dejados por Susana Higuchi tienen un valor de más de 4 millones de dólares.
Además de la hacienda en Sayán, el patrimonio incluye una casa en San Borja (que es donde Keiko y sus hijas viven ahora), un conjunto de tiendas comerciales en La Victoria, y un edificio de 3 pisos en San Luis, que actualmente se encuentra alquilado al colegio Margaret Mead por 7.000 dólares mensuales.
Por su parte, Keiko Fujimori solo registra a su nombre una camioneta Subaru Forester del año 2017, vehículo que, pese a estar embargado, aún se encuentra en posesión de la familia.
Ademásb cuenta con acciones en tres empresas, según Registros Públicos, de las cuales solo dos se encuentran en operaciones: Fuerza Popular y Kyara29 EIRL, esta última fue creada para administrar el negocio de su hija influencer.