En la semana tenemos dos casos de vehículos que cayeron sobre una vivienda. esto, en una serie de accidentes de este tipo que ya tienen larga data, pero que cada vez se hacen más frecuentes a medida que se extiende la informalidad.
Una y otras vez las escenas son las mismas, heridos o muertos, ruegos por ayuda, pedido de muro de contención, etc., etc., pero no hay una solución por parte de las autoridades locales ni nacionales.
Accidentes como estos sólo son causa de la improvisación y ausencia de planificación urbana, en parte debida a las invasiones atizadas por el hampa política, que en campaña visitan zonas invadidas prometiendo agua, electricidad, etc. sin importar cómo invadieron, ni qué lugar invadieron.
Es inhumano concebir que una familia pueda vivir exactamente debajo de un vía, no sólo por los vehículos que pueden caer, sino por el ruido y lo deleznable de los terrenos.
Reubicación y planificación
Aunque tardíamente, en vista de que no hubo planificación urbana en los asentamientos humanos, por lo menos debe identificarse a las zonas peligrosas como éstas, además de aquellas situadas cerca de los cauces de huaicos y otros lugares que presentan características que no los hacen propicios para las viviendas.
Si hay una vía y por debajo hay población, debería considerarse un espacio no apto para la construcción de por lo menos 50 metros, de modo que si un vehículo cae no daña a nadie. Las municipalidades deberían colocar árboles en esos lugares y cercarlos para evitar invasiones.
El gobierno local respectivo y el gobierno nacional deberían reubicar a estas familias en sitios aceptables. Además, debería estar preparado un mapa de lugares no aptos para la construcción para que esté prohibido otorgar títulos de propiedad allí. De igual manera, debería quedar prohibido dotarles de agua y electricidad, de lo contrario las empresas prestadoras de estos servicios deberían ser sancionadas.
Los muros de contención, aparte de ser demasiado costosos, no dan seguridad, pues no contienen a vehículos pesados. Es tiempo de frenar la ocupación de cerros y reubicar. El Estado no debe cargar con exigencias de muro de construcción en lugares donde no hubo planificación, aunque esto sea lo que promueven periodistas incivilizados que se unen al coro de los lamentos y exigencias. Ya basta de lamentar hechos que pueden ser evitados.
