Sobre el atentado perpetrado por el gobierno aprista al retirar la licencia a RBC Canal 11, el congresista Ricardo Belmont Cassinelli aseguró que se trata de un acto destinado a silenciar la voz de la denuncia con motivo de las elecciones presidenciales del 2011.
El Canal 11 es el único que revela denuncias graves sobre la corrupción y el contubernio entre el gobierno aprista y los canales, pues éstos reciben millones en publicidad para tener una voz complaciente con el gobierno de Alan García.
"Si a mí me habrían dado los millones, ahora tendría cadena nacional", dijo Belmont y explicó que es precisamente por no tener estaciones en provincias que toman ese pretexto para dictar una norma que le impide obtener señal digital, por carecer estaciones fuera de Lima.
Belmont asegura que el gobierno aprista le teme porque es el único canal que entrevista y permite la libre expresión a políticos opositores.
Contrariamente al atropello contra RBC, la corrupción del gobierno permite que a la segunda vicepresidenta del Perú, Lourdes Mendoza del Solar, se le entregue varias licencias en Arequipa.
Denunció que también se está entregando más licencias al grupo RPP, por ser afin al gobierno. Pero a RBC, que denuncia los faenones, la entrega de Collique, de los puertos, el TLC con China que perjudica a los comerciantes de Gamarra, el gobierno lo quiere silenciar mientras alienta a los demás canales, chilenizados por las empresas que les dan publicidad.
Señaló que los medios de comunicación y el Gobierno del Perú critican al régimen de Hugo Chávez acusándolo de totalitario y de atentar contra la prensa, pero nada dicen del atropello que se perpetra contra el único canal de televisión independiente en nuestro propio país. Recordó que este Gobierno ya ha cerrado más de 100 radioemisoras con diversos pretextos, sólo por ser opositoras.
Como se sabe, RBC es el único canal que no transmite vulgaridad, violencia, sexo ni exaltación de la homosexualdad en horario de protección al menor, como hacen los canales dirigidos por el gobierno, que sin respeto a la niñez, buscan distraer la atención y escandalizar para tapar los escándalos de corrupción.