Periodista asesinado enfrentaba problemas con autoridades locales
El asesinato de Julio Castillo Narváez, de 41 años de edad, el 3 de mayo de 2011 en Virú (noroeste), ensombreció el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Es muy probable que el asesinato a balazos de este conductor de un programa de Radio Ollantay esté relacionado con su actividad profesional, pues éste enfrentaba problemas con las autoridades del departamento La Libertad, cuyas prácticas había denunciado. No se había registrado ningún asesinato de periodistas en Perú desde la muerte de Miguel Pérez Julca (http://es.rsf.org/peru-al-periodista-miguel-perez-julca-15-05-2007,21350.html), ocurrida el 16 de marzo de 2007 en Jaén (noroeste), en condiciones muy parecidas.
“La investigación por el asesinato de Julio Castillo Narváez debe guiarse prioritariamente por el grave conflicto que enfrentaba con las autoridades regionales. Es responsabilidad del gobierno y de la justicia prevenir toda presión sobre la investigación, que no debe excluir esta pista política. Por desgracia, esto es lo que sucedió tras el asesinato de Miguel Pérez Julca: la investigación desembocó en el arresto de varios asesinos, pero no se identificó a los verdaderos autores intelectuales del crimen. Sin esperar el nombramiento del futuro presidente de la República, el 5 de junio, el balance de los ataques a la libertad de prensa debe invertirse de forma rápida”, declaró Reporteros sin Fronteras. “También debe saberse por qué la víctima y su medio de comunicación no gozaban de la protección que pedían”.
Según el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), Julio Castillo Narváez denunció recientemente la implicación del consejero regional Herbert Jiménez Urquiaga y de su esposa en un asunto inmobiliario. Estas revelaciones provocaron un acto vandálico en las oficinas de Radio Ollantay. Entonces, el medio de comunicación pidió, sin éxito, protección policíaca para sus instalaciones y su personal.
Julio Castillo Narváez fue acribillado por desconocidos cuando comía en un restaurante de Virú; recibió seis impactos de bala. La policía dijo que encontró amenazas de muerte en los mensajes de su teléfono móvil, dirigidas a él y a otro periodista, Rafael Sánchez.
Perú comienza el año 2011 con un sombrío balance. Además de este crimen y de las numerosas presiones y agresiones contra la prensa, el país cuenta actualmente con dos periodistas encarcelados, condenados por “difamación” (http://es.rsf.org/peru-llamado-a-los-candidatos-26-04-2011,40104.html). Dos periodistas sudamericanos perdieron la vida en el Día Mundial de la Libertad de Prensa: Julio Castillo Narváez y Valério Nascimento, en Brasil (http://es.rsf.org/brasil-o-balanco-agrava-se-apos-o-segundo-04-05-2011,40227.html).