Plantón contra cierre de RCVT
Entre otros, Cecilia Valenzuela convocó a un plantón para el viernes 15 en la puerta de la embajada de Venezuela, en protesta por la no renovación de la licencia a la venezolana RCTV. Para su sorpresa, ese día los prochavistas ya estaban en el plantón, por lo que tuvieron que retirarse luego de rondar en sus 4x4. Por eso volvieron a convocar para este jueves 21.
Con todo el apoyo del Ministerio del Interior
El jueves 21 los antichavistas contaron no sólo con 300 policías, sino que abusivamente se interrumpió el tránsito en una avenida tan principal como la Arequipa, con la colocación de rejas.
Sólo así pudieron manifestarse los serviles de siempre: los prochilenos Rosa María Palacios, Alejandro Miró Quesada, Jaime de Althaus, la mucama Cecilia Velenzuela y su patrón, Baruch Ivcher (el de los 20 millones). Es decir, se advirtió la ausencia del periodismo independiente, representado entre otros por César Hildebrandt. ¿A qué clase de prensa representan entonces esos payasos?
Se demuestra una vez más que los poderosos reciben cuantioso y decisivo apoyo del gobierno para sus actividades como plantones, lo cual no lo consigue cualquier ciudadano o grupo, quienes a lo más reciben permiso para estar un momento en algún lugar; esto pone en evidencia que el gobierno aprista, a través del Ministerio del Interior, ha sido partícipe y cómplice en esta acción hostil y provocadora contra el gobierno venezolano, cuyo jefe de estado ha sido blanco de insultos y provocaciones desde la campaña electoral, y cuando ha respondido, la prensa mercenaria ha puesto el grito en el cielo y se ha rasgado las vestiduras.
¿Qué se busca con esto? ¿Hay gente interesada en poner tensas las relaciones entre el Perú y Venezuela con esta clase de provocaciones de los dueños de medios de comunicación y del gobierno contra la república de Venezuela?
¿Acaso los dueños de la radio y la TV y nuestro actual gobierno prochileno no perdonan que Venezuela, en la voz de su presidente Antonio Guzmán Blanco, haya sido el único gobernante sudamericano que con su Congreso se pronunció contra la invasión chilena al Perú? ¿Hugo Chávez hereda esa “culpa”?
¿Quién los financia?
Sí que corrió dinero para financiar este plantón, pues los carteles fueron hechos con buena imprenta, lo mismo que los polos.
Los apristas de la Central de Trabajadores
En medio de la exacerbación de ánimos se presentaron al plantón decenas de trabajadores de la Central de Trabajadores, dominada por apristas. ¿Cuál es el nexo entre el gobierno y la movilización aprista para estos fines?
Los prochavistas
A los prochavistas, que en el momento más acalorado sumaban unos mil, no les permitieron ingresar junto a los sirvientes. Los prochavistas portaban pancartas hechas a mano con lemas como “Cecilia Valenzuela, rata chilena” y gritaban “prensa amarilla, sirviente de la CIA”.
Libertad de expresión sí
Es lógico que todo periodista honesto desee la libertad de expresión, pero, ¿de qué libertad hablamos en el Perú, donde se paga 20 millones a Ivcher, se perdona 15 millones a Delgado Parker, se permite las corporaciones semimonopólicas y se continúa con la Ley de Telecomunicaciones promulgada por el dictador Fujimori, ley que convierte a inescrupulosos empresarios en dueños y señores de la manipulación de conciencia del pueblo a través de los canales de TV?
¿De qué libertad hablamos cuando la sociedad civil no puede expresarse organizadamente en televisión? ¿Y qué significa que César Hildebrandt esté censurado en la televisión?
Más allá de lo cuestionable que pueda ser la medida de Chavez, está la culpabilidad o no de la oposición venezolana, que atribuyó a los chavistas crímenes en la manifestación que provocó el golpe a ese presidente. Fue la televisión irlandesa quien demostró la manipulación de la TV venezolana para presentar falsamente a los chavistas como autores de los disparos.
Si se trata de difamación, entonces no sólo a Chavez, sino a cualquier presidente le corresponde incluir a esos hechos como causales para cancelación de la licencia, aunque ahora se trate del vencimiento de la licencia.
Es decir, es correcto aspirar a tener libertad de expresión como la tiene Francia, pero teniendo una prensa más corrupta que la de Venezuela, no podemos lanzar la primera piedra, primero limpiemos la casa y después protestemos, miremos primero la inmundicia de nuestra prensa para entender nuestra miseria moral.
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