Perú tendrá primer hospital y escuela de medicina en plena selva
Dr. Luis Vasquez y arquitectas
Cardiólogo peruano regresa después de 30 años de Estados Unidos para dotar de hospital a Yantaló
Por A. J. Goldsmith
Estatua de cargador de madera
El nosocomio es el primero de su tipo en la selva de América del Sur y dispondrá de 15 camas que estarán al alcance de la población de Yantaló, localidad de la selva alta que cuenta con una población de 3000 habitantes y muchas carencias. Vasquez espera que el hospital pueda servir a 100,000 personas.
Se prevé el inicio de la construcción este año, para lo cual el doctor Vasquez visitó el área acompañado por dos estudiantes de arquitectura de la San Diego’s New School of Architecture and Design y dos productores fílmicos de documentales de Moon Productions, así como un especialista de la universidad de Michigan, quien enseñará inglés y crochet.
Escuela de Medicina
El doctor Vasquez también ha seleccionado un área en Yantaló para ser destinada a ser la primera escuela de medicina de la región.
El nombre Yantaló significa en lengua nativa “el que carga madera”, labor ancestral que se realiza hasta hoy en este centro poblado, de donde salen a buscar madera a las montañas cercanas para poder cocinar y las traen, ya sea a las espaldas o con ayuda de mulas. En la plaza central de Yantaló hay una estatua que representa a un cargador de madera.
Antiguamente Yantaló era completamente jungla, pero ahora cuenta con viviendas, sembríos de arroz, café, plátanos, maní, fréjoles y yuca. Hay unos pocos autos y el ganado, así como perros y gallinas, pasean a su gusto por las vías del pueblo, que cuenta con sólo dos calles asfaltadas, un local municipal, uno policial, uno telefónico y una farmacia.
A una hora de recorrido en bote del lugar se encuentra un centro turístico en plena Amazonía protegida, donde se puede apreciar unas 150 especies de aves y mariposas.
La ubicación del hospital se ha elegido a un poco más de un kilómetro al noreste del centro de Yantaló, al lado de una colina.
La trayectoria del doctor Luis Vasquez
Cuando Luis Vasquez decidió dejar de practicar la medicina, optó por trabajar para la ICI, una de las compañías farmacéuticas más grandes del Reino Unido, para dedicarse a ofrecer a los médicos sus productos para el corazón.
Para interesar a los médicos de Estados Unidos en los productos de ICI, Vásquez desarrolló programas con atractivos tributarios combinando visitas latinoamericanas para conferencias con paseos guiados a destinos como Machu Picchu y las Islas Galápagos.
Vasquez, ahora con 73 años, es un empresario en Gurnee, Illinois, donde posee un exitoso negocio, MILA Tours, MILA son las siglas de Meetings in Latin America, que atiende a grupos médicos y otras instituciones educativas de Chicago. La empresa MILA ha sido recientemente designada distribuidora exclusiva mundial para Hemingway Tours.
Luis nunca olvidó sus raíces peruanas ni Yantaló, pueblo natal de su madre, al cual, para sus 700 escolares, la fundación Yantaló Perú ha proporcionado dos profesores de inglés a tiempo completo, una enfermera, acceso a internet y otros programas y materiales así como muebles educativos.
Cuando Luis Vasquez tenía 12 años, su madre insistió en que aprenda inglés, por lo que tomaba clases de este idioma después de las horas escolares. Cuando estaba en secundaria ganó algunos soles enseñando inglés a otros estudiantes. Luis estudió en la Escuela de Medicina de San Fernando, de la universidad de San Marcos y finalmente se graduó de cardiólogo.
En 1960, aprovechó el programa de “buena vecindad” del presidente Dwight D. Eisenhower, que invitaba a estudiantes extranjeros a visitar los Estados Unidos, y conoció universidades del sudeste y Washington, D.C.
La pobreza en Yantaló
Los estudiantes llegan con bicicleta o con botes y canoas que surcan el río Alto Mayo. Durante la visita de este otoño Vasquez fue distinguido en una asamblea durante la cual un estudiante realizó extensas apreciaciones totalmente en inglés. “Las lágrimas me corren por las mejillas”, dijo Vasquez.
“El 30% de la población de Yantaló es analfabeta”, señala Vasquez, pero manifiesta sentirse orgulloso de que ahora muchos estudiantes están siendo tutores de sus padres. El día de la visita Vásquez entregó a cada alumno dos lapiceros, que los obtiene de clientes y de negocios asociados. Los más pequeños siempre comparan los logotipos de sus respectivos lapiceros.
Con sus cinco pies de estatura y cabello gris, trepa a los templos de Chichen Itza con facilidad y asciende a los monumentos más elevados de Machu Picchu con colegas mucho más jóvenes que él.
El más reciente proyecto de Luis para su fundación es construir este hospital en Yantaló, para complementar el apoyo estatal que sólo contempla un médico, 5 días por semana a medio tiempo. El hospital se llamará Adelina Soplin, en conmemoración de su madre, quien está enterrada en el cementerio de Yantaló.
“El Perú tiene sol la mayor parte del año, por lo que serían ideales los paneles solares”, dice Luis. Cada una de las habitaciones de los pacientes tendrá su propio aire acondicionado y una poza además de su baño.
El cardiólogo señala que el hospital más cercano se encuentra a casi 13 kilómetros, separado por una vía rústica, en Moyobamba, capital de San Martín y levanta sus hombros cuando es preguntado cómo obtiene ayuda una persona cuando pasa por una emergencia.
También cita las estadísticas, que indican que 10 niños al mes nacen en Yantaló y que 3 de cada 10 mueren antes de cumplir tres años de edad, por lo que se ha diseñado salas de trabajo de parto y alumbramiento.
La doctora Miriam Motta Montoya, de la posta del pueblo, dice que la violencia familiar, abandono de niños, embarazos de adolescentes y la pobreza constituyen los problemas de salud de la comunidad de la “montaña”, por lo que espera la llegada del hospital Adelina Soplin.
“Cuando nuestro grupo, incluyendo el alcalde de Yantaló, Hernán Ruiz, caminamos por la zona del nuevo hospital, pasamos por el cementerio. Luis se disculpó y entró allí por unos minutos, luego regresó con algunas lágrimas en los ojos mientras seguíamos hacia el lugar del hospital”, refiere Goldsmith.
Yantaló ha entregado oficialmente a Luis un terreno al lado de una colina, de 100 por 200 metros, para ser destinado para siempre a su hospital, cuya construcción e instalación se espera terminar en enero de 2009.
La fundación Yantaló Perú está corriendo con la mayor parte de los gastos. Luis espera animar a donantes para los 500 mil dólares que faltan. “Los pacientes que pueden pagar lo harán, otros pagarán lo que puedan”, dice Vasquez. Dos hospitales norteamericanos ya han ofrecido equipo adicional. Varios médicos de Estados Unidos han venido a Yantaló para prestar servicios voluntarios a pedido de Vasquez.
Las dos estudiantes de arquitectura del New School vinieron a Yantaló con Luis para reunirse con las autoridades para revisar el lugar y planificar el diseño. Ellas son Lauren Garza, de San Antonio, Texas, y Eugenia Cangialosi, de Scotch Plaines, Nueva Jersey, ambas hablan español con fluidez.
Dean Gilbert Cooke, del New School, así como toda la facultad, apoyan a las dos arquitectas voluntarias, como contribución de la escuela con el proyecto.
La fundación Yantaló Perú ha firmado convenios con dos escuelas de medicina para proporcionar internos para el nuevo hospital como parte del requisito deservicio a la comunidad. Las escuelas de medicina son de las universidades Científica del Sur, de Lima, y de Trujillo.
Antes de partir nos encontramos con Erick Bustamante Vasquez. En el 2006, este adolescente de 14 años fue sometido a una operación de ocho horas, para reconstrucción de su rostro, que fue efectuada en el St. John’s Mercy Medical Center, St. Louis. La doctora Ira Friedman, de St. Louis, que realiza trabajo voluntario en Yantaló, descubrió al niño y realizó los arreglos para su tratamiento, que fue íntegramente sufragado por el personal y el hospital.
Ver página de la Fundación Yantaló Perú
Se prevé el inicio de la construcción este año, para lo cual el doctor Vasquez visitó el área acompañado por dos estudiantes de arquitectura de la San Diego’s New School of Architecture and Design y dos productores fílmicos de documentales de Moon Productions, así como un especialista de la universidad de Michigan, quien enseñará inglés y crochet.
Escuela de Medicina
El doctor Vasquez también ha seleccionado un área en Yantaló para ser destinada a ser la primera escuela de medicina de la región.
El nombre Yantaló significa en lengua nativa “el que carga madera”, labor ancestral que se realiza hasta hoy en este centro poblado, de donde salen a buscar madera a las montañas cercanas para poder cocinar y las traen, ya sea a las espaldas o con ayuda de mulas. En la plaza central de Yantaló hay una estatua que representa a un cargador de madera.
Antiguamente Yantaló era completamente jungla, pero ahora cuenta con viviendas, sembríos de arroz, café, plátanos, maní, fréjoles y yuca. Hay unos pocos autos y el ganado, así como perros y gallinas, pasean a su gusto por las vías del pueblo, que cuenta con sólo dos calles asfaltadas, un local municipal, uno policial, uno telefónico y una farmacia.
Pobladora de Yantaló carga madera |
La ubicación del hospital se ha elegido a un poco más de un kilómetro al noreste del centro de Yantaló, al lado de una colina.
La trayectoria del doctor Luis Vasquez
Cuando Luis Vasquez decidió dejar de practicar la medicina, optó por trabajar para la ICI, una de las compañías farmacéuticas más grandes del Reino Unido, para dedicarse a ofrecer a los médicos sus productos para el corazón.
Para interesar a los médicos de Estados Unidos en los productos de ICI, Vásquez desarrolló programas con atractivos tributarios combinando visitas latinoamericanas para conferencias con paseos guiados a destinos como Machu Picchu y las Islas Galápagos.
Vasquez, ahora con 73 años, es un empresario en Gurnee, Illinois, donde posee un exitoso negocio, MILA Tours, MILA son las siglas de Meetings in Latin America, que atiende a grupos médicos y otras instituciones educativas de Chicago. La empresa MILA ha sido recientemente designada distribuidora exclusiva mundial para Hemingway Tours.
Luis nunca olvidó sus raíces peruanas ni Yantaló, pueblo natal de su madre, al cual, para sus 700 escolares, la fundación Yantaló Perú ha proporcionado dos profesores de inglés a tiempo completo, una enfermera, acceso a internet y otros programas y materiales así como muebles educativos.
Cuando Luis Vasquez tenía 12 años, su madre insistió en que aprenda inglés, por lo que tomaba clases de este idioma después de las horas escolares. Cuando estaba en secundaria ganó algunos soles enseñando inglés a otros estudiantes. Luis estudió en la Escuela de Medicina de San Fernando, de la universidad de San Marcos y finalmente se graduó de cardiólogo.
En 1960, aprovechó el programa de “buena vecindad” del presidente Dwight D. Eisenhower, que invitaba a estudiantes extranjeros a visitar los Estados Unidos, y conoció universidades del sudeste y Washington, D.C.
La pobreza en Yantaló
Dr. Vasquez con Erick Bustamante |
Los estudiantes llegan con bicicleta o con botes y canoas que surcan el río Alto Mayo. Durante la visita de este otoño Vasquez fue distinguido en una asamblea durante la cual un estudiante realizó extensas apreciaciones totalmente en inglés. “Las lágrimas me corren por las mejillas”, dijo Vasquez.
“El 30% de la población de Yantaló es analfabeta”, señala Vasquez, pero manifiesta sentirse orgulloso de que ahora muchos estudiantes están siendo tutores de sus padres. El día de la visita Vásquez entregó a cada alumno dos lapiceros, que los obtiene de clientes y de negocios asociados. Los más pequeños siempre comparan los logotipos de sus respectivos lapiceros.
Con sus cinco pies de estatura y cabello gris, trepa a los templos de Chichen Itza con facilidad y asciende a los monumentos más elevados de Machu Picchu con colegas mucho más jóvenes que él.
El más reciente proyecto de Luis para su fundación es construir este hospital en Yantaló, para complementar el apoyo estatal que sólo contempla un médico, 5 días por semana a medio tiempo. El hospital se llamará Adelina Soplin, en conmemoración de su madre, quien está enterrada en el cementerio de Yantaló.
“El Perú tiene sol la mayor parte del año, por lo que serían ideales los paneles solares”, dice Luis. Cada una de las habitaciones de los pacientes tendrá su propio aire acondicionado y una poza además de su baño.
El cardiólogo señala que el hospital más cercano se encuentra a casi 13 kilómetros, separado por una vía rústica, en Moyobamba, capital de San Martín y levanta sus hombros cuando es preguntado cómo obtiene ayuda una persona cuando pasa por una emergencia.
También cita las estadísticas, que indican que 10 niños al mes nacen en Yantaló y que 3 de cada 10 mueren antes de cumplir tres años de edad, por lo que se ha diseñado salas de trabajo de parto y alumbramiento.
La doctora Miriam Motta Montoya, de la posta del pueblo, dice que la violencia familiar, abandono de niños, embarazos de adolescentes y la pobreza constituyen los problemas de salud de la comunidad de la “montaña”, por lo que espera la llegada del hospital Adelina Soplin.
“Cuando nuestro grupo, incluyendo el alcalde de Yantaló, Hernán Ruiz, caminamos por la zona del nuevo hospital, pasamos por el cementerio. Luis se disculpó y entró allí por unos minutos, luego regresó con algunas lágrimas en los ojos mientras seguíamos hacia el lugar del hospital”, refiere Goldsmith.
Yantaló ha entregado oficialmente a Luis un terreno al lado de una colina, de 100 por 200 metros, para ser destinado para siempre a su hospital, cuya construcción e instalación se espera terminar en enero de 2009.
La fundación Yantaló Perú está corriendo con la mayor parte de los gastos. Luis espera animar a donantes para los 500 mil dólares que faltan. “Los pacientes que pueden pagar lo harán, otros pagarán lo que puedan”, dice Vasquez. Dos hospitales norteamericanos ya han ofrecido equipo adicional. Varios médicos de Estados Unidos han venido a Yantaló para prestar servicios voluntarios a pedido de Vasquez.
Las dos estudiantes de arquitectura del New School vinieron a Yantaló con Luis para reunirse con las autoridades para revisar el lugar y planificar el diseño. Ellas son Lauren Garza, de San Antonio, Texas, y Eugenia Cangialosi, de Scotch Plaines, Nueva Jersey, ambas hablan español con fluidez.
Dean Gilbert Cooke, del New School, así como toda la facultad, apoyan a las dos arquitectas voluntarias, como contribución de la escuela con el proyecto.
La fundación Yantaló Perú ha firmado convenios con dos escuelas de medicina para proporcionar internos para el nuevo hospital como parte del requisito deservicio a la comunidad. Las escuelas de medicina son de las universidades Científica del Sur, de Lima, y de Trujillo.
Antes de partir nos encontramos con Erick Bustamante Vasquez. En el 2006, este adolescente de 14 años fue sometido a una operación de ocho horas, para reconstrucción de su rostro, que fue efectuada en el St. John’s Mercy Medical Center, St. Louis. La doctora Ira Friedman, de St. Louis, que realiza trabajo voluntario en Yantaló, descubrió al niño y realizó los arreglos para su tratamiento, que fue íntegramente sufragado por el personal y el hospital.
Ver página de la Fundación Yantaló Perú