"Allá en la Quinta de las Palmeras, el roto Lira rabiando está, al ver que Tacna no chileniza, nunca ha sido chilena ni lo será"
Los "Cantos a Mi Patria" de los tacneños Humberto y Jorge Simpson Hernández.
Casa de Tacna en 1926, marcada con una cruz negra por la pandilla chilena conocida como “Los Mazorqueros”. La cruz negra era un mensaje de intimidación en contra de los habitantes de la vivienda, quienes serían atacados a balazos o cuchilladas por miembros del grupo terrorista chileno.
Cantos a Mi Patria
Canción patriótica
Original de Humberto y Jorge Simpson Hernández
(Tacna, Perú)
Aunque no se acaban aquellos tiempos
de los peruanos en la esclavitud,
hasta ahora gimen entre cadenas
nuestros hermanos allá en el Sur.
¡Que viva Tacna! ¡Viva mi patria!
¡Vivan los héroes de gran honor!
Una corona a Bolognesi,
otra corona a Guillermo More.
Al estallido de la metralla
pecho peruano jamás tembló,
allá en los mares, nuestro almirante,
en Punta Angamos lo demostró.
¡Que viva Tacna! ¡Viva mi patria!
¡Vivan los héroes de gran honor!
Una corona a esos peruanos
que allá murieron con gran valor.
Allá en la cumbre de una montaña,
el cóndor chileno rabiando está,
al ver que Tacna, esa cautiva,
aún no es chilena, ni lo será.
¡Que viva Tacna! ¡Viva mi patria!
¡Vivan los héroes de gran honor!
Una corona a esos tacneños,
todo lo sufren con gran valor.
Allá en la Quinta de las Palmeras,
el roto Lira rabiando está
al ver que Tacna no chileniza
nunca ha sido chilena ni lo será.
¡Que viva Tacna! ¡Viva mi patria!
¡Vivan los héroes de gran afán!
Una corona a Alfonso Ugarte,
otra corona a Joaquín Inclán.
Allá en la cumbre de un morro fiero,
dos estandartes yo vi flamear,
uno peruano, otro argentino,
que a nuestra Patria vino a ayudar.
¡Que viva Tacna! ¡Viva mi patria!
¡Vivan los héroes de gran virtud!
Una corona a Sáenz Peña,
otra corona para el Perú.
¡Que viva Tacna! ¡Viva mi patria!
¡Vivan los héroes de gran honor!
Una corona para los tacneños,
que no negaron a su nación.
Esta canción fue compuesta algún tiempo después de firmada la Vergüenza de Ancón. Fue entonada hasta 1940, cuando su interpretación fue prohibida por autoridades peruanas achilenadas, quienes también prohibieron a los peruanos cantar valses como Las Cautivas, “para no indisponernos con los vecinos chilenos”.
Fuente: Blog Patria Grande
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