Un equipo de veinte estudiantes y un arqueólogo de la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica encontraron 29 geoglifos de una antigüedad de —aproximadamente— 300 años d.C. en los cerros de la provincia de Nasca, donde se extendieron las culturas Paracas y Nasca, conocidas en todo el mundo por las Líneas de Nasca.
El arqueólogo a cargo del equipo, Omar Bendezú, indicó a la agencia Andina que los geoglifos de felinos y antropomorfos tienen datan de 300 a 100 años d. C y están ubicados en los distritos de El Ingenio y Changuillo, en Nasca.
“Hasta el momento, en el distrito de El Ingenio, hemos identificado diez figuras que tienen formas de felinos. Tienen una medida variada, que va desde los 17 metros de largo por 12 metros de alto, hasta los 42 metros de largo por 43 metros de alto aproximadamente”, explicó Bendezú.
En tanto, en el centro poblado San Juan en Changuillo se encontraron ocho geoglifos con formas de felinos. Estos tienen una medida de 11.3 metros de largo por 9.5 metros de alto, y otros de 37.3 metros de largo por 13.7 metros de alto.
Por otro lado, Bendezú dijo que “los geoglifos hallados miran al sur, hacia las Líneas de Nasca” y que “los habitantes de esa época, al parecer, tenían como deidad al felino, o tenía un significado muy especial para ellos”.
El arqueólgo que en la ladera del cerro, en el centro poblado San Francisco de El Ingenio, se encontraron diez geoglifos con apariencia antropomorfa, y en San Juan de Changuillo otra figura antropomorfa y señaló que el descubrimiento de estos nuevos geoglifos es un importante hallazgo para la arqueología peruana.
Los hallazgos se lograron con el uso de vuelos planificados con drones y un software especializado que permitió analizar las imágenes para identificar la forma de los geoglifos, una labor que se extendió por cuatro meses con el apoyo del centro universitario y el Ministerio de Cultura.