Rafael Romero
El Dr. Raúl Chanamé Orbe, decano del Colegio de Abogados de Lima (CAL), ha dado importantes declaraciones en torno al caso de discriminación de la publicidad oficial ejercida en contra de RBC Televisión. Y no sólo lo ha hecho en términos de un hombre que respeta el Estado de derecho y la legalidad en el país sino también como un televidente que continuamente está viendo Canal 11 “para alimentar su conciencia cívica y humana”. Vale decir, se manifiesta como un ciudadano identificado con la filosofía humanista de este medio de comunicación que le brinda cabal importancia a los principios y valores.
Esta es la voz del decano de uno de los más antiguos e importantes gremios profesionales de nuestra patria, que tiene en su seno a más de cincuenta mil miembros y que durante este año proyecta una entusiasta labor para recuperar el lustre de épocas pasadas y también para llevar a la práctica una real acción social en favor de la inclusión y la seguridad jurídica para todos. Con el respaldo del Dr. Raúl Chanamé a la justa causa de RBC Televisión, no sólo se pone sobre el tapete el hecho concreto de defender la libertad de expresión sino también la convicción de que se cumpla el artículo 2, inc. 2 de la Constitución Política del Perú, que consagra el derecho de la igualdad ante la ley sin discriminación alguna.
Es más, el actual decano del CAL en el libro de su autoría, titulado “La Constitución comentada”, enfatiza: “La función primordial del Estado es vigilar que sea respetada esta igualdad legal”; y también en este ensayo jurídico, uno de tantos entregados a la comunidad y al foro, define el concepto de igualdad: “Es la armonía, proporción y reciprocidad entre los elementos que conforman un trato paritario, ausencia de privilegios, carencia de preferencias, reciprocidad de derechos ante similares situaciones” (ver: T. I, pág. 156).
En consecuencia, los trabajadores, el personal administrativo, los periodistas y directivos de Canal 11 no pueden ser motivo de discriminación por el hecho de pertenecer a un medio de comunicación que busca la verdad y que suele fiscalizar −con teléfonos abiertos− al poder político y económico que se enseñorea en nuestro país. Por eso es digno reconocer la preocupación del decano del CAL hacia RBC Televisión, ya que durante años no sólo ha sido olvidado por el Estado sino que es el objetivo de una ilegal concertación de grupos mediáticos oligopólicos a los cuales no les importa el buen periodismo sino sus jugosos ingresos económicos.
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