Las esposas chilenas
Corte de La Haya


Se ha señalado la incompatibilidad del congresista Yohny Lescano para conformar la subcomisión del Congreso que realizará el seguimiento de la demanda presentada por el Perú ante el tribunal internacional de La Haya, por estar casado con una ciudadana chilena.

 

No sólo en este caso, sino en forma general, si se trata de asuntos en los que están en juego los intereses del país, pero sobre todo, los intereses del país frente a un país enemigo, Chile, es importante señalar que existen algunos puntos que es necesario no soslayar respecto de esta materia.

En primer lugar, los funcionarios en cuestión pueden ser muy patriotas, discretos, reservados y no tener ningún antecedente o cuestionamiento sobre su actuación en materias que tienen que ver con la defensa de los intereses nacionales, pero comencemos por hacer notar que por la naturaleza de sus funciones muchas veces manejan información y documentos de carácter secreto.

Por la razón anterior, no sólo que son conocedores de información secreta, sino que pueden tener estos documentos en sus computadoras o en sus domicilios.

Una esposa es un ser humano que comparte inevitablemente la vivienda del funcionario, por tanto, tiene acceso a todos los ambientes de su casa, y por qué no a su computadora personal.

El espionaje chileno

Desde antes de la Guerra del Pacífico, los chilenos han instalado en el Perú equipos de descarado espionaje, lo cual persiste hasta hoy, basta ver los gravísimos casos comprobados de espionaje cometidos por militares de la empresa chilena Lan.

Por más patriota o notable que sea un peruano, no tenemos por qué poner las manos al fuego por una chilena o por un chileno cónyuge y por ningún otro chileno. Como ejemplo ponemos el caso de José María Arguedas. ¿Quién puede poner en tela de juicio su amor por lo indígena? Estamos seguros que nadie. No obstante, Arguedas se casó con la ciudadana chilena Sybila Arredondo.

No tenemos nada que cuestionar a Arguedas, al contrario, todos coincidirán en que su obra es un orgullo para el Perú, pero, debemos hacer notar que la Arredondo se valió de las numerosas amistades de toda clase y círculos culturales a los que Arguedas frecuentaba para estudiar el pensamiento peruano y así, tras la muerte de Arguedas, utilizar este conocimiento para sembrar su doctrina de muerte entre los peruanos, por lo que al final fue sentenciada por terrorismo, por pertenecer a las filas de Sendero Luminoso.

Sendero Luminoso cumplía un trabajo de destrucción que todos conocemos, ya imaginamos que Chile celebraba cada bomba y asesinato como si obra de Lynch se tratase. También han tenido que celebrar el efecto inevitable de que muchas inversiones extranjeras se hayan marchado del Perú y hayan dado a parar con sus sedes en Chile. Pero si no han podido atreverse a condecorar a Abimael Guzmán, sí quedaron muy agradecidos con la Arredondo, quien, en singular acto, fue recibida por el ministro de Relaciones Exteriores de Chile una vez que salió de prisión en el Perú. ¿Puede quedar duda de la infiltración del ejército chileno en el Perú a través de esta gran “patriota chilena”?

Queda claro que la tesis de que Chile infiltró a los terroristas, aún más, que tal vez fue el promotor inicial de esos grupos, es una tesis nada desdeñable. Además, existen documentos desclasificados de Estados Unidos que dan cuenta de su intervención en la aparición de grupos terroristas en América del Sur y Central, y ya sabemos las estrechas relaciones entre Estados Unidos y Chile, peón y sirviente incondicional de su amo del norte.

Todo chileno siempre mantiene la idiosincrasia en la que ha sido formado en su país, que es la idiosincrasia de la rapiña contra el Perú, de la cual hasta ahora realizan apología homenajeando a los asesinos de peruanos durante la guerra de 1879.

Lo más saludable es que todo funcionario que tenga familiares chilenos de primer grado se abstenga o sea excluidlo de asuntos diplomáticos, de Defensa e inclusive de estrategia económica. Además, estemos alertas, pues muchos dirigentes apristas tienen cónyuges y nexos muy fuertes con Chile, como Armando Villanueva del Campo, entre otros.

Lo más probable es que los chilenos en el Perú sean espías, por tanto, aunque el funcionario peruano decida no revelar detalles, una esposa tranquilamente puede entrar a la computadora, ver documentos escritos o inclusive puede recurrir al muy conocido recurso del pentotal o similares, drogas que los espías suministran a sus víctimas para obligarlos a confesar todo lo que ellos deseen.

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