Hiel de azúcar (*)
El azúcar está de moda en el Perú. Por donde quiera que crezcan cañaverales se cultivan conflictos. Cada uno peor que el otro. Se trata de un mercado gordo y apetitoso, en el que es preciso seguir debatiendo sobre los problemas y riesgos de los monopolios. Hace ya buen tiempo que Andahuasi atraviesa un lío mayor. Dos grupos económicos se disputan su posesión (los Wong y los Bustamante), y hay en medio un conjunto de trabajadores y dirigentes que denuncian maniobras y fraudes.
Andahuasi, seguramente por ello, se encuentra en medio de una disputa de nunca acabar. Tres intereses, nada menudos, contienden: el Grupo Wong, el Grupo Bustamante y los trabajadores. En los últimos meses ha pasado de todo en esa zona: enfrentamientos, muertos, cambio de jueces, fallos, cambio de fallos. Pero el azúcar, la Reina de la fiesta, permaneció quietita. Tanto es así que se pudrió.
Tres en raya
El asesor del Grupo Wong se queja de la inaplicabilidad de un fallo que ordena que ellos tomen posesión de la empresa por haber adquirido más del 50% de las acciones. Sin embargo, los trabajadores-accionistas hoy a cargo de la empresa, argumentan que las acciones de las que se jactan los Wong fueron mal habidas.
“Un primer grupo de acciones fueron vendidas de manera fraudulenta por Eduardo Núñez, quien fue presidente del Directorio por doce años y lo hemos botado porque nos estafó. Otro grupo han sido vendidas ilegalmente, porque los Wong no hicieron una oferta pública de acciones (OPA) y la CONASEV se dio cuenta y los sancionó”, señala Filadelfo Coca Mora, Secretario General del Sindicato Único de Trabajadores.
Coca se refiere a una resolución de la CONASEV, la institución que tiene que ver con este tipo de actividades comerciales, emitida el año pasado. El documento sancionaba al Grupo Wong por no haber realizado una OPA, tal como manda la ley. Sin embargo, hace unas semanas la misma entidad autorizó que se realizara una nueva OPA, a consecuencia de lo cual el Grupo Wong publicó un comunicado informando que tienen el 54% de las acciones. Los dirigentes de Andahuasi cuestionan también este último capítulo. Sostienen que como la maniobra que hizo Núñez es ilegal y se encuentra en proceso judicial, los Wong no pueden aducir que tienen la mayoría de acciones. Los Wong, como puede suponerse, también tienen sus argumentos.
“Acá han querido polarizar entre el Grupo Bustamante y el Grupo Wong, cuando ése no es el tema. Los accionistas originarios han sido birlados por estos dos grupos, primero a través de Núñez y después por Greco Quiroz, quien vino desde Trujillo diciéndole a la gente que para enfrentar a Wong había que traer a otro grupo. Los Bustamante, como los Wong, engañaron a la gente haciendo que vendan sus acciones a un precio irrisorio. ¿Por qué se pelearían los dos grupos si esto no vale nada? Ellos saben que vale mucho más que el sol cincuenta que han pagado. Todos los medios en Lima se parcializan o con los Wong o con los Bustamante”, señala Carlos Rodríguez Salcedo, apoderado legal de la empresa.
Pero los dirigentes de Andahuasi tampoco las tienen todas consigo en su pueblo. Por más que el Secretario General del Sindicato, diga que tienen el respaldo de la inmensa mayoría, la realidad no pinta así. Están divididos y, como es lógico, cada trabajador vela por su propio interés. Además de que realizan una poderosa campaña de desprestigio contra sus principales cabezas. Se les acusa de robo, de beneficiarse con el caos actual y de una serie de ataques personales de sospechosa seriedad.
Caña de pesar
El azúcar nunca supo tan amarga en el cercano norte. Un pueblo tan chico y tan regalado por la naturaleza no se merece un infierno tan grande. O quizá sea por eso mismo que le ha tocado tal desventura. Cuando uno camina por el valle y conversa con la gente y con los dirigentes de la empresa, se les percibe asustados. Dicen que grupos armados contratados por los Wong los siguen, los buscan, los investigan y los sabotean. Temen por sus vidas, pero, al mismo tiempo, hablan de su decisión de no acatar la orden judicial así tengan que dejar sangre en el trayecto.
En todos los frentes
Lo cierto es que la lucha ha llegado a frentes más candentes. Los enfrentamientos son armados y han cobrado ya varias vidas. Los Wong y los dirigentes de Andahuasi se echan la culpa entre sí.
La denuncia de los andahuasinos con los que conversamos al menos merecen una investigación. Señalan que en el sector Quipico y Santa Rosa, actualmente a cargo de Eduardo Núñez, existen hombres armados de la empresa Thanks Security. Que una empresa azucarera contrate personal para su seguridad es normal. La acusación es que Thanks no se limita a sus labores naturales sino que participa además en el decomiso de sacos de azúcar en complicidad con la Policía. También aseguran que esa empresa posee y utiliza armas de largo alcance y que no tienen licencia para actuar en ese sector.
La guerra está declarada. Los medios de comunicación, cómo no, también juegan su partido, y ya eligieron su tribuna. Orlando Baldeos, uno de los dirigentes del Sindicato de trabajadores de Andahuasi, nos cuenta que les abrieron la puerta a dos canales de televisión. El primero hizo un informe —en coordinación con ellos— que nunca fue propalado. Refieren que el Grupo Wong les compró a los reporteros de PANORAMA todo el material fílmico.
El segundo canal sí que pasó el reportaje, pero con una versión parcializada. Aquí las reivindicaciones de los trabajadores eran expuestas como la resistencia de un grupo de radicales y violentistas que quería adueñarse de una propiedad ajena. No les interesó recoger su versión de los hechos. Mejor dicho, la recogieron y la pusieron a buen recaudo. Ahora los trabajadores no quieren saber nada de algo que se parezca a una cámara.
El estigma de Ingenio
El recelo de los andahuasinos para con el Grupo Wong se remonta a experiencias vecinas. Ingenio era una planta azucarera similar a la de Andahuasi. Hace algunos años el Grupo Wong la compró, y dicen que prometió a los trabajadores mantener la planta y catapultar la industria azucarera en el lugar. Nada de eso pasó. La fábrica cerró y la caña pasó a potenciar la que tienen en Paramonga. Los andahuasinos temen que a los Wong se les agote otra vez el ingenio.
Pero según Antonio Palacios, asesor legal del Grupo Wong, los planes en Andahuasi son distintos. Dice, también, que en Ingenio nunca prometieron reactivar la fábrica.
Carlos Rodríguez Salcedo, apoderado de Andahuasi, tiene otra versión sobre Ingenio: “Yo fui director de esa empresa y puedo enseñar las memorias para demostrar cómo se mintió a la gente. Se le dijo que se iba a llevar la planta al norte, junto con la gente, para que trabaje allá, con mejores remuneraciones, pero desmontó la fábrica y se llevó toda la caña a Paramonga. Ahora Ingenio está totalmente muerto. Mucha gente profesional que botaron está tirando lampa”.
Matices cañaverales
“El negocio del azúcar está muy concentrado en pocas manos; peor aun con la venta de las acciones del Estado en las azucareras. Gloria, por ejemplo, tiene 60.000 hectáreas y sigue comprando. Bajo ese esquema se concentra un poder en el mercado que termina perjudicando no solo a la pequeña competencia sino también a los consumidores. Me parece igualmente peligroso que el Grupo Wong continúe acaparando tantas tierras azucareras. Durante un año hemos estado pagando prácticamente el doble por un kilo de azúcar. A inicios de año nosotros pusimos en evidencia que había indicios de concertación de precios. Indecopi dijo que iba a investigar, pero hasta el momento no escucho nada. En ese periodo se exportaba azúcar más barato de lo que se vendía acá, y eso está registrado en todas las estadísticas. Las utilidades han sido impresionantes en los últimos tiempos gracias a la subida del precio. Me consta directamente cómo se hostiga a los trabajadores en Andahuasi. Yo he estado allá y he conversado con su gente. A propósito, compré un saco de azúcar para llevarlo hasta Huacho y la Policía no me dejaba trasladarlo. Es pura corrupción.”
Jaime Escobedo/CEPES
“Más que un problema jurídico, lo de Andahuasi es un problema comercial. El Poder Judicial ya se ha pronunciado en el sentido de que la OPA debe continuar y por ello el Grupo Wong ha podido adquirir las acciones. Si tenemos en cuenta que el 20% del azúcar que consume la capital proviene de Andahuasi, estamos hablando de una ingente cantidad de dinero que se maneja alrededor de ese negocio. Mientras más demore una solución, mayor será el aprovechamiento de los grupos que están en pugna al comercializar el azúcar al margen de controles contables. A mí también me parece que ha habido cosas extrañas en el proceso y tengo observaciones, pero no cuento con las evidencias suficientes para poder afirmar que se trata de un tema de corrupción, aunque tampoco me sorprendería. Sin embargo, creo que las cuestiones procedimentales pasan a un segundo plano y se ubican detrás de los intereses comerciales. Cuando tres grupos económicos controlan el mercado azucarero, las posibilidades de concertación son mayores. Si Wong se hace del mercado de Andahuasi y ya tiene el control de Paramonga, su posibilidad de concertación de precios es mayor, por las características del mercado azucarero.”