Nuestra realidad forestalbosque deforestado

Por  Alfredo Palacios Dongo

El pasado día 23 durante una reunión de trabajo sobre “Elementos para la Política Forestal Nacional”, el expositor, Gustavo Suárez de Freitas, experto en asuntos forestales, explicó que el Perú, a pesar de ocupar el 9.° lugar con mayor superficie de bosques del mundo y 2.° en Sudamérica después de Brasil, tiene una limitada cultura forestal que no nos permite aprovechar los 10.5 millones de hectáreas (hs.) aptas para reforestar, añadiendo que países como Chile, con menores superficies, las aprovecha mejor, y “todos los países de la región, desconociendo lo que ocurre en Bolivia, tienen mejor gestión forestal que el Perú”.

 

Nuestro marco legal forestal se inicia con la promulgación, por el Gobierno Militar, del DL 21147 (15 mayo 1975). Éste fue remplazado por la Ley 27308 (7 julio 2000) “Ley Forestal y de Fauna Silvestre”. Después de 8 años (27 junio 2008) el gobierno aprista la remplazó por el controvertido DL 1090 que ocasionó los lamentables sucesos de Bagua dejando un saldo de 24 policías y 9 pobladores muertos. Un año después (19 junio 2009) éste fue derogado restituyéndose la ley 27308, actualmente en vigencia.

Pero lamentablemente toda esta legislación, débilmente implementada por falta de voluntad política, ineficaces competencias estatales, falta de financiamiento y corrupción, entre otros, no ha permitido promover la conservación ni protección de nuestro patrimonio forestal. De los 82 mil millones de hs. de bosques (95% en las selva alta y baja de nuestra Amazonía), que ocupan más del 60% de la superficie del país, en las últimas 6 décadas hemos perdido por deforestación ilegal unos 10 millones de hs. a razón de 150 a 200 mil hs. anuales, solo aprovechables en 20% para agricultura o ganadería. Las pérdidas calculadas por esta deforestación ascienden a unos US$ 60 mil millones.

En este contexto, el 21 de julio de 2011 fue promulgada una nueva Ley 29763, con un enfoque de uso de bosques como fuente de bienes y servicios, sin embargo, no entrará en vigencia hasta que su reglamento esté aprobado, siendo su plazo el 21 de julio próximo, sin embargo, causa extrañeza y preocupación que recién el pasado 20 de febrero el ministro de Agricultura haya declarado como prioritario el proceso de su elaboración (RM 0048-2012-AG), cuando solo faltan 5 meses para su aprobación.  

Así, no solo la normativa va a cambiar nuestra realidad forestal. Lo fundamental es un cambio de actitud en relación al bosque bajo un esfuerzo educativo que alcance una conciencia de conservación e incorporación a la cultura nacional. Se requiere del gobierno voluntad y decisión política y otorgamiento de recursos para la reforestación; además, el esfuerzo del sector público, privado y de toda la sociedad para lograr su desarrollo, sostenibilidad, y la erradicación de la informalidad e ilegalidad extractiva de nuestro vasto patrimonio forestal.

Artículo de Alfredo Palacios Dongo, publicado en el diario EXPRESO, fecha 31 de marzo de 2012