Banco de materia
Cesár Hildebrandt
El Apra en su versión de califato alanista es un Midas invertido. Todo lo que toca lo convierte en sospechoso, turbio, abiertamente cleptócrata. Lo sucedido con el Banco de Materiales es un ejemplo más del saqueo que el segundo doctor García toleró y, en muchos casos, auspició. Y lo increíble es que con este gobierno, el de la gran transformación, las cosas siguen igual o peor.
El Banco de Materiales (BANMA1) ha servido para construir una red de ineficiencia y corrupción. La institución que fue creada para ayudar a los pobres a levantar sus casas hoy sólo levanta sospechas por los créditos que desaparecen, los cobros indebidos y los favoritismos políticos. La responsabilidad recae, principalmente en el segundo gobierno de Alan García, En el 2011, el Apra dejó al banco con un índice de morosidad de hasta un 94.56%. Sí, como lo lee; 94.56% de morosos. No era un banco; era el agujero negro en el universo de los robos siderales del Apra y sus adjuntos.
Nadie sabe lo que se ha hecho con la plata del banco, que en la actualidad tiene un patrimonio neto negativo de S/. 229'258.982. Más aún cuando, en septiembre del 2008, reportaba mil 600 millones de soles en sus arcas por el dinero de los fonavistas. De esto dejó constancia el gerente general del BANMAT de entonces, José Luis Owistgaard Suárez. "En relación a la transferencia líquida recibida por el BANMAT de parte del Fondo Nacional de Vivienda (FONA VI), se adjunta un anexo que contiene los importes recibidos por el BANMAT por los diversos convenios firmados desde el año 1992 hasta el año 1998, cuyo importe total asciende a S/. 1.614'561.614.31', decía Owistgaard Suárez en un documento interno. En la actualidad, los ahorros de los fonavistas que posee el Banco de Materiales, concentrados en el llamado Fondo Revolvente, alcanzan una suma de mil 184 millones de soles. Es decir, otros cuatrocientos treinta millones de soles que desaparecieron en cuatro años.
La Comisión de Fiscalización del Congreso ha hallado responsabilidad por estos hechos en los ministros de Economía del segundo periodo de García: Luis Carranza, Luis Valdivieso, Mercedes Aráoz e Ismael Benavides. A ellos se les atribuye "negligencia funcional" por no supervisar al BANMAT cuando presidieron el Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado, cargo que les correspondía por su función ministerial, También encontraron responsabilidad en los gerentes generales del banco en el quinquenio aprista: Jorge Aparicio Moselli, Héctor Buzaglo de Bracamonte, Manuel Antonio Villacorta Taboada, José Luis Owistgaard Suárez, Victor Raúl Espinoza Romero, Carlos Alberto Guerrero López, José Alejandro Ruiz Rabines y Héctor Ricardo Aguirre García. De ellos, los más comprometidos son Aparicio Moselli y Ruiz Rabines. En la gestión del primero se descubrió que altos funcionarios del Banco de Materiales se beneficiaron con un crédito de vivienda en el complejo habitacional Los Álamos, en el Cercado de Lima. Por su parte, Ruiz Rabines habría tenido participación directa en la pérdida de 5.000 carpetas de crédito en la sucursal de Villa El Salvador del BANMAT, en junio del 2011. Según testimonios recogidos por la Comísión de Fiscalización, trabajadores de la dependencia aseguraron haber visto a Ruiz Rabines en la oficina de Villa El Salvador el día de la desaparición de las carpetas. La comisión ha recomendado denunciar a los exgerentes generales Jorge Aparicio Moselli y José Ruiz Rabines por el presunto delito de fraude en la administración pública. Y ha solicitado a la Contraloria pronunciarse sobre la responsabilidad de los demás. In creíblemente, a pesar del millonario desfalco, nadie está preso.
Pese a la crisis que agobia al Banco de Materiales, el derroche continúa En septiembre del 2011, el directorio decidió, de buenas a primeras, que el presidente de la institución, Luis Ramos Rodriguez, gane igual que un congresista; S/.15.600. Antes, quien ocupaba ese puesto recibía una remuneración cercana a los seis mil soles. "No se entiende cómo este funcionario, que se está esmerando en hacer aparecer que el Banco de Materiales es insolvente e inviable, se está haciendo aumentar su retribución mensual", dice el legislador Yonhy Lescano.
El actual asesor de la presidencia del Banco de Materiales, el exrninistro del Interior Remigio Hemani, también 'resultó favorecido con un préstamo del BANMAT para la compra de una casa en Ayacucho valorizada, mezquinamente, en 30.079.80 soles. Hernani refinanció su deuda en el 2007 pese a que no es parte del objetivo al que se dirige el banco. “Es un asunto irregular que debe ser investigado. Hermani refinancia su deuda como si fuese un indigente”, dice Lescano. El legislador puneño ha elaborado un informe en minoría con el aprista Mauricio Mulder. Los dos se oponen a la liquidación del Banco de Materiales, como lo propone un informe en mayoría liderado por el presidente de la Comisión de Fiscalización y congresista de Solidaridad Nacional, Martín Belaunde. "El banco está quebrado", reitera Belaunde a este semanario. El pleno no ha puesto en agenda el tema.
La impronta del Apra ha quedado registrada con la entrega de créditos irregulares. De acuerdo con las reglas del propio banco, el préstamo máximo es de 30 mil soles y el plazo de pago es de hasta doce años. Sin embargo, varios excedieron ese monto, entre ellos una buena mayoría de militantes apristas, Basta una espontánea revisión a la lista de los 84.839 prestatarios para darse cuenta de ello. Así tenemos que tres apristas ayacuchanos recibieron sendos préstamos de S/ .55.200, por encima del monto legal. Se trata de Alicia Pacheco del Villar, Vida! Soto Ochoa y David Fernández Cuti.
Mientras tanto, muchos de los pobres que han sido beneficiados con préstamos menudos la pasan mal. Una visita al asentamiento humano José Carlos Mariátegui, en San Juan de Lurigancho, lo confirma. Paola Espinoza de la Cruz, viuda y madre de siete hijos, es un caso digno de atención. Ella le solicitó al Banco de Materiales un préstamo de S/.3.800 en 1998. Con esfuerzo logró levantar su casa en la manzana Q6, lote 15. Pudo pagar S/. 1.500, pero hace cinco años dejó de hacerla. "Me dedico a vender dulces pero no puedo conseguir un trabajo digno. Sufro osteoporosis y ya no dan trabajo a los mayores. La pared de mi casa se está cayendo", dice Espinoza de la Cruz a este semanario. Por su parte, en el mismo lugar, Yolanda Villafuerte Centeno ruega para que no le quiten la casa que construyó con un préstamo de 6 mil soles. Dice que el banco la ha notificado para que pague los S/. 4.OOO que debe.
Yolanda Villafuerte se endeudó en 1992 y trató de cumplir hasta hace unos años. Pero no pudo. Dice que no tiene cómo pagar. Vive con su madre y hermanas. Se dedica a la venta de golosinas. "Mi techo está sin tarrajear", dice lamentándose. El esposo de Mariana Dávila, el zapatero Francisco Carrera Julca, también pidió un préstamo de 6 mil soles en 1992. La pareja sólo pudo pagar cinco letras de S/.105. Se empezaron a endeudar en agosto del 98. Con las justas lograron construir su casa. Actualmente, reciben notificaciones por la falta de pago. "Quisiera que el Banco de Materiales cancele todas las deudas", dice Mariana Dávila, de 61 años. Nadie les advirtió que el BANMAT era un banco y no la sucursal de la Beneficencia. Cuando la demagogia y la miseria se juntan o sale el populismo que quiebra países o sale algo como el Banco de Materiales.
Hildebrandt en sus Trece