Triquiñuelas de corruptos logran que Facebook me sancione

Por  Guillermo  Olivera Díaz;  godgod_1@hotmail

He sido sancionado con una suspensión por siete (7) días de la posibilidad de envíar mensajes vía Facebbok por supuestamente remitir mensajes SPAM o correo "no deseado". Rechazo desde luego este infundio.

Se me advierte que la sanción podrá ir in crescendo si persisto en portarme mal.

Debo confesar que hacen varios años que envío los artículos que escribo, cuyos 267 los ha publicado la web francesa VOLTAIRENET, entre otras webs y blogs del mundo. Nunca he remitido las fotos de cuerpos desnudos o escenas pornográficas; menos practico acoso sexual alguno en agravio de alguien, ni propagandizo la venta de algún producto, pues no vendo nada a nadie. Mi conciencia no está a la venta y jamás la transferí.

Posiblemente el análisis jurídico penal que encierran mis artículos no gozan de la aquiescencia de aquellos corruptos que delinquen agraviando al Perú y su conducta la reseño técnicamente como la de copartícipes del ilícito: autor material o directo, autor mediato, coautor, instigador o inductor, cómplice primario o secundario, debidamente fundamentada. Últimamente, por ejemplo, la del exmandatario Alan García Pérez.

En consecuencia, no me considero remitente de correo SPAM. En mi calidad de profesor universitario cesante, exjuez penal titular de Lima, autor de varios libros y cientos de artículos que pueden ser leídos en internet, padre que cuida y alimenta a sus hijos sin juicio alguno, no dedico mi valioso tiempo a moldear correo SPAM.

Lo malo es que ignoro, no sé ante quién apelar de tan injusta sanción. ¿Tendrá Facebook segunda instancia para ejercer mi derecho a la impugnación?

¿Alguien que haya leído mis  267 artículos podrá apelar por mí, pues de Alan García y sus esbirros espero lo contrario?