Por Guillermo Olivera Díaz*
Vía su carnal RPP —¿cómo llegan solo a esta radio?— recibí un manuscrito de Fujimori,donde hace notar, textualmente, los “tiempos de confusión en noche muy oscura” que lo agobian, encanecen y quizá canceran aún más. La merecida pena de 25 años que cumple lo confunde y le oscurecen sus noches, pero no le remuerden ni arrepienten los crímenes que motivan su condena. ¡Calibren, pues, los comisionados del indulto humanitario esta terrible “confusión” nipona!
Se quedarían turulatos, de una sola acerada y gélida pieza, si hacen el amago de inventariar los achaques que cuenta soportar el que se autodenomina “chino” siendo japonés, nacido en Perú, dicen un “28 de julio”, en su carta (4) fechada en Barbadillo el 22-12-2012, que nos llega por el más atento conducto suyo, la emisora RPP. Vayamos con prisa al grano.
Denuncia, queja o acusa, Fujimori, una “mordaza en la boca”; ergo, desea ser un preso no amordazado, de boca suelta, pero no afirma si es por la lengua con carcinoma, que aún la tiene casi intacta, en su lugar de origen, bien puesta, u otra mordaza penitenciaria que la siente impuesta. Parece que el reo está muy dolido, casi quejoso, porque no le permiten hablar por radio, dar entrevistas, arengas partidarias, a través de su entrañable Raúl Vargas, como cuando era presidente omnímodo y tirano en los 90. ¡Está desesperado este pobre recluso por hacer dizque política para el 2016!
Lo atormenta la “incertidumbre…de la Junta Médica”, la cual desea que la integren los médicos que él ha sugerido, o sea, pretende un tribunal hipocrático con especialistas que ha pagado cuando lo trataron médicamente o lo intervinieron en clínica particular. A la Junta oficial, estando frente a él, la rechazó el 19-11-2012; pidió que se sumen a ella los galenos de su antojo y como aún no tiene respuesta, ni como regalo de navidad, la incertidumbre lo lacera, casi lo mata y le añade un “toque adicional de dureza”. ¡Insensatos, los del INPE, no sean tan duros con él, solo cumple pena por asesinatos, sin pérdida de privilegios!
Sin embargo, Fujimori siente lo más lamentable: “un objetivo malvado contra él”, sí, malvado. ¿Cuáles son las profundas razones que preñan su cabecita y que demuestran ese objetivo malévolo? He aquí su textual respuesta: “están cambiando a todo el personal de seguridad”, que antes, dice, “veía”. ¿Solamente veía, percibía y no controlaba sin pizca de coima? Están cambiando, se conduele en su “confusión”, “desde el Director”, a quien lo considera de seguridad (sic), “hasta los agentes penitenciarios”. ¿Cómo cuántos cuidan la salud, taller de pintura y modernos links de Internet, laptop y scanner incluidos, de este solo acrisolado y costoso preso?
Con semejantes movidas de personal, que han escapado de su control, cree que quieren, los que deciden los cambios, “que se sienta más solo”. Los de antes, entonces, sociabilizaban con él, eran sus contertulios, acompañaban su soledad, si acaso no estaba presente la asidua visitante congresista, Cordero Jon Tay, lo encubrían y hasta jugaban con cartas el solitario.
Cierra Fujimori su inexplicable “confusión”, sin amago de confusión genuina, con una torpe, fingida e incisiva interrogante: “¿por qué tanto ensañamiento?” contra él, si el Perú vive un melifluo tiempo navideño, espeta, de “humanidad y solidaridad”.
Despreciado reo: ¡es la misma navidad que no lograron tener ni disfrutar las 15 personas asesinadas, con real saña, ferocidad y alevosía, incluido un niño de 9 años, en Barios Altos, el 3-11-1991, por obra y gracia de las metralletas del grupo Colina, a cuyos malvados integrantes no solo felicitaste, por escrito, y remuneraste puntualmente con creces, sino que recomendaste su ascenso y, finalmente, los perdonaste, a sabiendas, mediante dos leyes de amnistía que a toda velocidad suscribiste y promulgaste, pero que venturosamente la justicia internacional, fuera del alcance de tu taimado control, las dejó sin efecto.
No advierte el “confuso” reo Fujimori que pasará otra navidad con vida, cenando con pavo, mandado a hornear por sus secuaces, panetón de marca, quizá muchas exquisiteces más y visitado por su servil congresista Cordero.
¡Se trata de la misma navidad que no llegaron a disfrutar sus innúmeras víctimas y sendas familias inocentes, a quienes no pide perdón siquiera por fax, este sí malvado, encallecido y rematado preso, desde su mullido aposento dorado: DIROES!
¡Cuánta pena anida mi alma, de ángel fieramente humano, al notar que esa “confusión” y“noche oscura” son la viveza y vileza de quien pretende torpemente ser indultado!
Lima, 24 de diciembre del 2012
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