Por Herbert Mujica Rojas
Escasos países en el mundo, como Perú, en que la hipocresía constituya política de Estado, desde el Estado y en la sociedad civil. Los de siniestra y diestra miran a laterales, hacia arriba, silban o se hacen los locos y con ellos no es. No pocas fortunas se hicieron enderezando al fujimorismo los peores denuestos y calificaciones pero no todos saben que el demócrata Diego García Sayán y su ONG, Comisión Andina de Juristas, contrató por varias decenas de miles de soles y dólares con la dictadura de Fujimori y Montesinos.
El título es suficientemente explicativo:
CONTRATO DE LOCACION DE SERVICIOS PARA EL "DIAGNÓSTICO, DISEÑO Y SUPERVISION DE LA IMPLANTACIÓN DEL NUEVO ÓRGANO DE GOBIERNO CENTRAL Y DESCENTRALIZADO DEL PODER JUDICIAL"
¿Cuáles y dónde están los trabajos que cumplió bien pagado?
El contrato que se publica con esta edición es de hace largos años. Lo conocen no pocos periodistas y casas editoras que guardan misterioso silencio. No son medios sino miedos que se aterran hasta con su sombra y militan en la hipocresía institucional que arropa absolutamente toda la política -o el desbarajuste que así se llama- en Perú. Ciertamente no es motivo de orgullo que la descomposición presida dicho ámbito.
Convendría distinguir, si eso es posible, ¿hasta qué año o mes o fecha, fue bueno contratar con el fujimorismo? y ¿cuándo dejó de serlo? El convenio entre la Comisión Andina de Juristas y el Poder Judicial de Fujimori y Montesinos ¿da cuenta de alguna estación honesta en aquél régimen? A tenor de las expresiones públicas a posteriori del señor Diego García Sayán, esa etapa entre 1990-2000, representó mácula mayúscula y oprobiosa, símbolo delincuencial y repugnante en que pandillas hicieron del Perú una chacra en todas las expresiones de su anémica institucionalidad. ¡Precisamente, el Poder Judicial, fue uno de los baldones más subrayados de aquella época! Y es allí que encontramos las sinergias entre los protagonistas, por lo menos eso es lo que el contrato muestra, jamás desmentido, dice y hay muchos nombres en juego, algunos que después fueron ministros y del mismo círculo.
¿Fue éste que compartimos con el público, el único trato entre la Comisión Andina de Juristas de Diego García Sayán y el fujimontesinismo? Hay versiones sobre más dinámicas conjuntas, verbi gracia, una que fuera firmada por el demócrata de marras y la alta funcionaria Myriam Schenone cuando era ministro de Justicia Vega Santa Gadea. Pero, si existe, los documentos duermen bajo toneladas de mudez cómplice de tirios y troyanos.
Los grandes maestros del auto-bombo, constructores de personajes que sin prensa adláter, televisión amiguísima o radio servil, no superarían la calificación de retrasados mentales y opacos fautores de naderías, han hecho de sus organizaciones no gubernamentales, intermediarias entre la pobreza y la generación-gestión de copiosos dólares o euros. Esas monedas satisfacen egos, alimentan con sellos pasaportes viajeros frecuentes, compran propiedades citadinas y en balnearios; fletan camionetas 4 x 4 y del año y representan los paliativos que el sistema del capitalismo salvaje necesita urbi et orbi: pareciera que buscaran la solución cuando en realidad sólo atisban parches o coyunturas para alargar los sufrimientos de otros. Total, no hay otro modo -dicen- de fabricar talleres, publicaciones que nadie lee, manuales hechizos y plenos en medias verdades y alambicados de un lenguaje estupidizante que pocos o nadie entiende. Se trata de edificar razones para que alguien suelte el dinero: o los Estados nativos, donde hay buenos contactos y amigotes, o las agencias del odiadísimo imperialismo yanqui que ha fletado, desde hace largos años, visitas de manadas de periodistas, líderes, dirigentes, de colectivos, diarios, radios y canales, al Departamento de Estado en Washington, DC. ¿Darán buenos cursos sobre cómo ser demócratas cabales en la capital de Gringolandia?
La gran apuesta de los lidercitos representa una lógica arrasadora de todos los cargos posibles que siempre goza de magníficas rentas y, por supuesto, la satisfacción de egos elefantiásicos a que constribuyen rábulas panegiristas, idiotas puros y convenidos capaces no sólo de vender a sus respectivas madres, sino que ¡hasta negocian el precio!
Independientemente de los contratos con el Poder Judicial -además de su flexibilización frente al terrorismo- ¿en qué otros entuertos estuvo involucrado el demócrata García Sayán?
Pertinente recordar que cuando canciller de la administración Paniagua, García Sayán, con su entonces asesor, hoy embajador ante la OEA y ex primer ministro del presidente Humala, Juan Jiménez Mayor, emprendieron inconstitucional acción para castigar a un grupo de funcionarios diplomáticos que, como constó a la oposición y periodistas democráticos (Antero Flórez Araoz, Pedro Cateriano, Francisco Tudela, Mariela Balbi, entre otros) viajaron a las reuniones de la OEA en Bahamas, fueron precisamente los que acompañaron las conversaciones para lograr el retorno a la democracia en Perú en 1992. Incluso, hubo el caso de uno de ellos que, ante la ilegal actitud asumida, lo venció judicialmente demostrando la inconstitucionalidad y arbitrariedad de la medida adoptada por el entonces ministro de Relaciones Exteriores.
Como soy conciente de mi excelsa modestia y del magno ejercicio que constituye redactar (escribir sería decir una majadería) textos para que la gente se entere, pongo a su disposición, amigo lector, el contrato entre el demócrata aludido con la dictadura fujimontesinista. ¿Por causa de qué calla el resto? No lo sé. Otros no pueden atentar contra su modus vivendi desde hace décadas. ¿Tiene el pueblo peruano que vivir en la abyección de bufones o Adonis de juguete que fungen de adalides y conductores de un pueblo que jamás han visto sino en las películas y seguidores de otros genuinos capitanes de multitudes?
Lea y difunda. Y que los aludidos, respondan si pueden y que lo hagan en términos de documentos capaces de la dudosa chance de sacudirse de su colusión criminal que les dio decenas de miles de dólares cuando entendieron que estaban en el lado incorrecto y se pusieron en la vereda del frente.
La hipocresía en Perú es una política de Estado. ¿Tiene alguna duda?
Señal de Alerta, 27-8-2014
http://www.voltairenet.org/article185117.html?var_mode=recalcul