César Lévano
Luis Castilla, ministro de la CONFIEP y del Banco Mundial, ha anunciado su plan de privatizar el agua. Esa maniobra programática del neoliberalismo conduciría sin duda a encarecimiento, mayor escasez y, a corto o largo plazo, a protestas y rebelión.
José Luis Mongrutt, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de Sedapal, ha recordado que la ONU decidió que el agua es un patrimonio de la humanidad indispensable para la vida humana, por lo cual debe estar disponible para todos.
Cabe recordar que el agua es un recurso escaso, y que hay países, incluidos los Estados Unidos, que importan agua de Nuestra América. El caudal de agua dulce del Amazonas es por eso tesoro codiciado por los gringos.
Peter Koenig, economista suizo que durante 28 años trabajó para el Banco Mundial como especialista en recursos acuíferos, explica en su libro Implosion, impreso en inglés el 2007, que “la privatización del suministro de agua en Cochabamba y El Alto acarreó desastres para Bolivia, en los cuales el Banco Mundial estuvo involucrado, y, de hecho, fue el instigador”. Como se sabe, Luis Castilla fue durante largos años funcionario del Banco Mundial.
En otro capítulo de su obra, Koenig recuerda que en un momento el alcalde de Mariscal Estigarribia, Paraguay, anunció que el suministro de agua y el sistema sanitario firmarían un contrato de concesión por treinta años con Bacal, una empresa privada. La idea oculta era globalizar el acuífero del río guaraní.
¿Qué había detrás de ese intento?
La respuesta es clara. Buscaban adueñarse del sistema de agua más grande del mundo, que comparten Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay y que se extiende a lo largo y ancho de 1’200.000 kilómetros cuadrados.
Ese acuífero, documenta Koenig, alberga 40.000 kilómetros cúbicos de agua y podría abastecer con el líquido elemento a toda la humanidad durante 200 a 300 años, a razón de 100 litros por día y por persona.
He ahí una razón poderosa para que el imperialismo trate de desestabilizar a los regímenes de Argentina y Brasil.
Nuestro diario consignó este domingo la declaración de Castilla según la cual su proyecto privatista consistiría en colocar acciones de Sedapal en la Bolsa de Valores.
El intento del ministro de Economía y de su grupo de poder no es idea de él. Él no necesita pensar. Le basta consultar con el catecismo del Banco Mundial, después con Ollanta Humala y Nadine Heredia.
Muchos analistas del mundo coinciden en que la lucha por el agua crecerá en las próximas décadas, no por la sed de la gente, sino por la codicia de los monopolios.
Diario UNO, 01.09.2014
http://diariouno.pe/columna/ahora-buscan-privatizar-el-agua/