Por Javier Lajo*
En la década pasada el imperio USA envió al embajador Philip Goldberg, experto en balcanizar países como Kosovo, para que fuerce en Bolivia una división y enfrentamiento entre “kollas” y “cambas”, con muy mala suerte porque fue descubierto por el gobierno de Evo Morales y forzado a abandonar el país altiplánico. Ahora queremos comentar un debate que en semanas pasadas y en internet, se vino dando, suceso aunque de mucha menor escala e importancia que la confrontación descrita arriba, pero que llama la atención sobre “quechuismos” o “aymarismos” potenciales, que acaso podrían “fisurar” o hasta ocasionar rupturas y enfrentamientos entre quechuas y aymaras.
Esta verdadera querella entre dos jóvenes intelectuales uno de Perú y otro de Bolivia, se dio como secuela de un evento que, vale destacar, tuvo un rotundo éxito. Me refiero al Seminario Internacional de Espiritualidad y Filosofía ancestral del Abya Yala que organizado por entidades educativas y normalistas de la ciudad de Sucre se realizó en la Escuela de Formación de Maestros Mariscal Sucre, del 17 al 22 de septiembre del presente y al que tuve la suerte de ser invitado y participar en mi calidad de director del Instituto Sumaq Kawsay (ISK) del Perú.
Este debate posterior, sin embargo, que no tiene nada de alturado, han sido controversias internéticas e interétnicas, entre dos jóvenes, que usan alias, vale decir: -Álvaro Rodrigo Zárate Huayta (alias Wirajocha Wilkatataw) que no participó del evento, y Jimmer Miranda (alias Qullana Jim Qhapaq Amaru) que sí participó del evento en mención. Ambos se estuvieron enfrentando en una gresca de palabras que simula un pleito callejero, por decir lo menos y lo peor, implicando a otras personas que no tenemos nada que ver en sus extrañas diferencias y pugilatos verbales. Y lo peor, es que ambos acuden a sus “identidades” de pueblo para tratar de dirimir y fortalecer sus diferencias, argumentando uno a favor de los aymaras y el otro a favor de los quechuas.
Antes, quiero decir que este evento fue muy serio y responsable con la asistencia formal de unos trescientos profesores y público sucrense; y que fue organizado por autoridades académicas y normalistas de la ciudad de Sucre que merecen todo mi respeto, y que ni la asistencia desafortunada de algún ponente, ni sus acciones posteriores, tienen por qué empañar el buen nombre ni la honra de sus organizadores, ni mucho menos los de sus otros ponentes invitados, ni de los asistentes al evento. Esto porque el Sr. Zárate quiere ver en este evento una suerte de “conspiración quechua”, que sería una secuela de “los sucesos racistas que hubo en Sucre” en coyunturas pasadas; o peor aún, quiere ver en ésta, controversiales expresiones “quechuistas” anti aymaras, entre Sucre y La Paz, o entre el Cusco “mugroso” y heredero del “imperialismo Inka”–según él- y contra los “victimizados aymaras”. Nada más pintoresco y equivocado.
Lo cierto es que un joven ponente, que a mi entender fue equivocadamente invitado —Jimmer Miranda—, luego de un regular y formal desempeño en la conferencia, empezó a hacer circular sus escritos haciendo críticas públicas inoportunas, destempladas e incorrectas a una serie de actores de la política boliviana —Álvaro Zárate entre ellos— que no participaron del evento y que desgraciada y virulentamente reaccionaron creando un clima adverso al buen resultado de la conferencia.
Sobre mi persona el susodicho Sr. Zárate se pronuncia así: “se dice maestro puquina, aunque no vive en su comunidad sino en la ciudad de Lima”. Aunque no conozco al Sr. Zárate y creo que él tampoco me conoce (aunque en una mente chamánica cualquier cosa podría ser posible), yo trataré, la próxima vez que viaje a la capital del Perú, de pedirle permiso al Sr. Willkatatam para que mi viaje no interrumpa mi identidad puquina y también que me excuse por no poder hablar en mi idioma original extinto ya hace varios siglos.
Creo sin embargo que la presencia de este joven Jimmer, como ponente invitado no tiene por qué empañar ni desvirtuar los resultado positivos, ni mucho menos la honra y prestigio de todos los que hemos participado en dicho evento, ni menos de sus organizadores. Tampoco se tiene por qué hacer análisis y hasta escarnio generalizando maniqueamente y metiendo en un solo saco a “todos los quechuas” y peor “a todos los peruanos”, o sacar conclusiones vanas sobre un supuesto “imperialismo peruano racista quechua o inka” de la “mugrosa ciudad del Cusco” y tonterías por el estilo. Caso que también se podría aprovechar para perseguir fines subalternos y perversos, de origen inconfesable, y que contribuyen a minar la buena relación que tenemos con hermanos del Kollasuyu.
Sobre el Sr. Zárate, les aconsejaría a los organizadores de Sucre que para la próxima, lo inviten para que tenga una tribuna de debate y no esté renegado, ni reclamando, si este fuera el caso. Aunque tiene razón en exigir aclaraciones, pero estos reclamos no deberían tener esta forma desequilibrada y hasta malcriada, pero antes debe buscar él mismo enterarse o pedir información sobre los personajes o corrientes que va a criticar o calificar. Igualmente, quiero hacer las precisiones siguientes sobre el Sr. Jimmer Miranda. Este Sr. NO pertenece al Movimiento al Socialismo Andino-Amazónico (MASA), el cual me honro en presidir, y por lo demás él desapareció a las pocas semanas de haber participado en el Congreso Fundacional del MASA como invitado, pero nunca asumió un rol militante y NO estuvo siquiera cercano a la doctrina, ideología y práctica del “pensamiento Qhapaq”, o “pensamiento paritario”; y para prueba aquí están sus palabras y “decisiones”, que vienen circulando en la red:
“Por ende, el indigenismo que se ha mezclado con la izquierda (sic), creando un "socialismo indigenista" mal llamado "socialismo andino-amazónico" que iguala a todos hacia abajo, es una falacia y una ilusión, impracticable y poco realista, pero además perversa (sic) porque es un constructo cultural occidental y no la aspiración natural de nuestros habitantes.Lo quinto: Es imposible construir un modelo de Estado, mediante la inclusión de masas latinas y afroperuanas mediante la exclusión y negación de lo quechua y lo andino, eso debe terminar. Lo sexto: No existen lo "indígena"…”
Como se podrá notar y para tranquilidad del Sr. Alvaro Zárate, este joven “quechua” anda perdido dentro de una línea “indigenista”, ni siquiera ha deslindado entre una visión llanamente “indígena” y una visión “indigenista” (que es una visión pro-indígena, pero foránea a su identidad), lo que le impide darse cuenta de que lo que escribe es precisamente texto y discurso “indigenista”. Mal podría tomársele como un referente válido para condenar a “todos los quechuas” peruanos o “inkas”, y calificarlos malsanamente como Zárate dice: imperialistas, racistas, mugrosos, etc, etc.
Otro punto, que sí es necesario destacar del “análisis” de Jimmer Miranda es lo que dice textualmente y que no se puede entender de otra forma, puesto que si para este novel analista: “es imposible construir un modelo de Estado, mediante la inclusión de masas latinas y afroperuanas mediante la exclusión y negación de lo quechua y lo andino, eso debe terminar.” Debemos entender que sí “es imposible construir mediante la inclusión de masas latinas y afroperuanas”, entonces sólo “será posible construir mediante la exclusión” de estas “masas”; no quedaría pues otra alternativa que construir un Estado quechua excluyente de los latinos y negros (esto le da argumentos al Sr. Zárate para calificarlo de racista). O es que Jimmer piensa que ¿otro actor protagonista –que no sea el quechua- construirá “el modelo de Estado” incluyendo a latinos y negros y sin los quechuas?. Esto se deriva fácilmente de su discurso. A no ser que él mismo no se entienda y haya querido decir otra cosa. Pero todo su discurso exuda este tipo de confusión hacia un “quechuismo” exógeno a los pueblos quechua e inoportuno e innecesario. Haría bien en darnos explicaciones, pues su “constructo” verbal escrito, como suele decir él, es muy revelador del “estado de situación” de su consciencia y su identidad misma. El lenguaje o discurso, sobre todo el escrito, es muy revelador de las inquietudes, verdades y vacíos de su autor... entonces los pescados deben de tener mucho cuidado con su boca.
La cultura quechua es tal vez la única que ha creado una civilización donde la inclusión de otras culturas no implica la negación o desaparición... mutuas. Estos mecanismos que podríamos llamarlos“intercluyentes”, son la mayor riqueza y la grandeza de los Inkas del Qosqo.
Y para rematar nuestra conclusión sobre la situación en que se encuentra el discurso de identidad de Jimmer, éste dice textualmente en sus conclusiones y “desiciones”: “lo sexto: no existen lo "indígena”…(¿¡?) (¿quiso decir: no existen “los indígenas”?, o tal vez quiso escribir: no existe “lo indígena”, aunque para el caso da lo mismo). Entonces podemos preguntarnos ¿qué hace este sujeto metido en un movimiento “indígena” que ya ha alcanzado ribetes y RECONOCIMIENTO MUNDIAL con la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas?. Sinceramente, creo que –como se dice vulgarmente - Jimmer está“fuera del tiesto.”
Finalmente, quisiera preguntar: ¿Qué le da derecho o autoridad a un “muchachito rockero y emo” (tal como se le conoce en Lima) novel en la lucha de liberación andina, y que quiere ser un “Qhapaq” (Justo, correcto, virtuoso, poderoso, noble, etc.), a sentenciar frases como: El indigenismo (sic) que se ha mezclado con la izquierda, creando un "socialismo indigenista" mal llamado "socialismo andino-amazónico"…. es una falacia y una ilusión, impracticable y poco realista… además perversa (sic) porque es un constructo cultural occidental.
¿Porqué Jimmer Miranda no argumentó y debatió esta doctrina contenida en el documento que fue aprobado por él mismo, cuando asistió como “invitado” al Congreso Fundacional del Movimiento al Socialismo Andino-Amazónico? (MASA) http://es.scribd.com/doc/105675914/El-Pensamiento-Qhapaqy ahora sale con ridículas condenas en frases sueltas, altisonantes y huecas. ¿No fue acaso que quiso infiltrarse para sacar algún provecho personal?; ¿porqué luego huyó despavorido dejando su responsabilidad, después de cobrar sus haberes completos por un trabajo asumido? (como asistente en el Primer Curso Virtual sobre Filosofía Andina que programó y realizo el ISK) y que lo abandonó a la mitad, llevándose libros y algunas otros objetos de propiedad del MASA, que no devuelve ni devolverá. Además y ahora me puedo percatar, huyó para hacer sus propias y personales “conferencias virtuales” que son su negocio personal; lo cual no está mal para un joven emprendedor, pero éste debería ser sincero y leal, porque está dando mal ejemplo a su generación y sobre todo el mal ejemplo a la identidad quechua que dice representar.
Al igual que el Sr. Zárate que se declara un “indio seducido por el marxismo”, seguramente porque esta doctrina europea-asiática le otorga la estructura o sistema de pensamiento que su propia cultura no le puede otorgar, el Sr. Jimmer debería esforzarse en sacar una propuesta integral para el movimiento andino-amazónico…o un compendio de su propuesta sectaria o faccional de “quechuismo” o “tawaismo”, etc. Y ambos no solamente dedicarse a publicar textos cortos y artículos inconexos e incoherentes, que no tienen (hasta ahora) absolutamente ningún valor ni utilidad política para el contemporáneo movimiento andino-amazónico de liberación, que venimos construyendo con tanto esfuerzo desde hace muchas décadas (mucho antes de que ellos nacieran). Solamente así, asumirían responsablemente y con nombre y apellido sus responsabilidades como “sujetos de la historia de sus pueblos” y aprenderían a no implicar o tratar de usar como escudo de sus debilidades o usando como “proyectiles” uno contra el otro, a los “pueblos quechua y aymara”, que por milenios han resuelto y dirimido sus diferencias dignamente y como pueblos hermanos.
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06.10.2014
http://www.voltairenet.org/article185652.html?var_mode=recalcul