Debe explicar desaparición de millones destinados al proyecto Uchusuma
Hugo Ismodes
Estos días Keiko Fujimori y su hermano Kenyi arremetieron contra el gobierno por la falta de resultados en la lucha contra la corrupción en medio del debate por la captura del prófugo Martín Belaunde Lossio.
Las críticas no son aceptables por la nula autoridad moral de estos dos personajes, cuyo pasado oscuro nunca fue esclarecido en lo que toca a la corrupción, en hechos relacionados con el gobierno de su padre, hoy preso por delitos graves.
En cuanto a hechos para ayudar a capturar a prófugos de corrupción, Keiko Fujimori ni su hermano pueden dar lecciones, pues nada han hecho para colaborar en la captura de sus tíos Rosa Fujimori y Víctor Aritomi, quienes deben responder por millones de dólares del erario nacional y la apropiación de ropa donada para los pobres.
Tampoco han hecho nada para colaborar en la captura de un íntimo de su padre, el general Víctor Malca Villanueva, quien también huye a México escapando cobardemente de los procesos por similares delitos, entre los cuales debe responder por 16 millones de dólares. Nada dicen tampoco de Enrique Benavides Morales, vinculado a la compra de aviones usados MIG-29 por las que se pagó millonarias coimas a Montesinos, ni la exfiscal Flor de María Maita Luna y el expresidente de la aseguradora Popular y Porvenir, Augusto Miyagusuku, que escapó a los EE. UU., ni Ernesto Schutz, propietario de Panamericana Televisión, quien cobró 10 millones de dólares por la venta de la línea de su canal de televisión y se asiló en Suiza, ni Julio Vera Abad expropietario de ATV Televisión, que también recibió millones en la sala del SIN, ilícitamente el Cable Canal de Noticias a Montesinos y recibió más de un millón 750 mil dólares.
Tampoco dicen nada del exgeneral Chacón, igualmente, callan sobre Carlos Boloña, engreído de Alberto Fujimori y otro de los cobardes prófugos que tiemblan ante la justicia, quien se aprovechó de su cargo de ministro de Economía para perpetrar faenones en perjuicio del Estado y hasta de empresas y ciudadanos, como fue impulsando la corrupta ley de las AFP,
para beneficiarse con su propia AFP, que fundó con la cooperación chilena.
Las perlas de Keiko: la esterilización forzada por el ministro Aguinaga de 282,000 mujeres, principalmente campesinas de las comunidades de nuestra sierra. También hay que recordar los dos casos más graves: los crímenes de La Cantuta, mantanza de nueve estudiantes y un profesor, el de y Barrios Altos, donde asesinaron a dos niñitos. La camioneta empleada por el grupo Colina pertenecía a Santiago Fujimori, quien al descubrirse el hecho dijo que se la habían robado el día anterior
Recordemos también que, durante la dictadura de su padre, Keiko Fujimori iba en el avión presidencial hasta la Base Aérea de La Joya (en Arequipa) y de allí le ponían un helicóptero para “inspeccionar” el canal de Uchusuma en Tacna, el cual fue un fracaso, por no cumplir su cometido de discurrir íntegramente por territorio peruano, sino que por 26 kilómetros pasaba por territorio arrebatado al Perú por Chile, en el cual se desaparecieron 26 millones de soles.
En su oportunidad, la prensa tacneña, entre ellos La Voz de Tacna, señalaron que Keiko Fujimori admitió que esos 26 millones de soles se “separaron” para la campaña de re reelección del dictador, “bueno, son para la campaña”, declaró entonces Keiko Fujimori.
Tacna se quedó sin el nuevo trazo del canal de Uchusuma y el Perú se quedó sin pedir cuentas a Keiko Fujimori sobre los 26 millones. ¿Con qué autoridad moral pretende ahora pedir luchar contra la corrupción?