Alfredo Palacios Dongo
El último informe sobre “Políticas de Tecnología de la Información y Comunicaciones en los Sistemas Educativos de América Latina 2014” —elaborado por la Unesco y la Organización de Estados Iberoamericanos— resalta la necesidad de incorporación en los procesos educativos de los países de tecnologías de la información y comunicaciones (TIC), principalmente en el plan de estudios, desarrollo profesional docente y aprendizaje de los alumnos, a partir de acciones de formación y capacitación que promuevan prácticas pedagógicas y activen aprendizajes y producción de conocimiento.
Las TIC son fundamentales en la capacitación de los docentes
Pero a pesar que las TIC están revolucionando la capacidad competitiva e innovadora en el mundo, en nuestro país no son incorporadas para su adecuado aprovechamiento en el funcionamiento educativo, económico y en la calidad de vida poblacional, tal como se refleja en el último Informe Global sobre TIC 2014 del Fondo Económico Mundial (FEM) que entre 148 países nos ubica en el puesto (114°) en la variable “importancia que el gobierno peruano les brinda a las TIC” y puesto (107°) en “promoción gubernamental de las TIC”, además, ocupamos los últimos puestos en “calidad del sistema educativo” (134°), en “calidad de educación de matemática y ciencia” (140°), en “acceso a internet en las escuelas” (94°), y en “capacidad de innovación tecnológica” (106°).
Lamentablemente nuestra educación es una de las peores del mundo lo que incide en el estancamiento de niveles de aprendizaje y se refleja en las pésimas evaluaciones nacionales e internacionales del alumnado (comprensión lectora, ciencias y matemáticas). Tenemos serios problemas de desigualdad y discriminación educativa, en el desarrollo profesional y capacidad de docentes para brindar enseñanza de calidad, en innovación tecnológica e investigación científica educativa, en gestión y planificación, en bajos presupuestos y mala infraestructura, entre otros.
Bajo este panorama la educación es el factor más importante de un país para lograr su desarrollo económico y social y representa la mejor inversión para impulsar la competitividad y productividad.
Nuestra baja calidad educativa podría mejorarse con un proceso de incorporación y acceso a la infraestructura de las TIC, sin embargo, esto implica una decisión y gran compromiso del Estado y su apoyo sostenido en el mediano y largo plazo, debiendo el gobierno conformar alianzas con universidades, empresas privadas y redes de colaboración, además de convenios educativos con actores de todos los sectores de la sociedad nacional, así como de cooperación internacional bilateral y multilateral.
Expreso, 24.01.2015