El 6 de octubre nos dejó el maestro sanmarquino Juan Vicente Ugarte del Pino a sus 92 años. Vivió consagrado al derecho y a la historia. Recibió de Basadre la posta para dictar el curso Historia del Derecho en San Marcos. Un privilegio conocerlo y tratarlo tan cercanamente como muchos de sus discípulos porque nunca fue difícil llegar a él.
Con las licencias de Laura, su esposa, en la condición de llevarlo y traerlo de vuelta a casa sin sobresaltos, viajamos juntos por el país exponiendo la posición del Perú en la controversia marítima con Chile y en Lima me acompañó como panelista de lujo en mis conferencias centrales sobre La Haya en San Marcos y en el Ilustre Colegio de Abogados de Lima (CAL).
Fecundo y profundo en su pluma, lo vi hacer papeles y me hizo leer por completo su prolijo informe histórico-jurídico para la demanda y memoria peruanas que el equipo peruano —que también integró— se resistió incorporar en la “estrategia” del juicio creyendo erradamente que advertirle a la Corte cuestiones de la guerra de 1879 y sus consecuencias podía mostrarnos como revanchistas. Juan Vicente lo creyó como yo, un completo despropósito y andaba fastidiado por ello. Afable pero siempre recto en su carácter, nadie como él para explicar el fundamento histórico en un juicio internacional con las convicciones que a otros faltó. Infaltables en su casa barranquina en la víspera de su onomástico y él siempre regalándonos su carisma innato.
Sencillísimo, ese fue su mayor título y también su mayor legado. Por iniciativa del decano Mario Amoretti, la biblioteca del CAL llevará el nombre de tan enorme figura del derecho peruano.
Correo, 11.10.2015
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