Herbert Mujica Rojas

La fraseología novísima del gobierno de la presidente Boluarte estrena clichés: legitimidad, leyes con más calidad, participación más amplia. Variaciones de un mismo sainete que demanda aprobar bicameralidad al caballazo y reelección a como dé lugar.

 

congreso ratas



La democracia, dicen algunos ministros y la misma jefe de Estado, tiene que preservarse y para ello son imprescindibles algunas “reformas” electorales. O sea: reelección inmediata, reposición del Senado y, también dicen, renovación por tercios.

Una pregunta simple: ¿quién va a explicar la muerte a balazos de 29 peruanos? ¿Portaban armas de algún tipo u opusieron resistencia de fuego? No, no fue así. ¿Qué clase de democracia se asienta sobre los cadáveres de casi tres decenas de compatriotas?

El referéndum del 2018 en su opción 3, dio como resultado prohibir la reelección inmediata de parlamentarios y la cifra fue: 13’598,123 ciudadanos.

En la misma fecha y acontecimiento, en la opción 4, 13’949,831 peruanos votaron contra la bicameralidad.

Como puede observarse, son millones de hombres y mujeres que votaron categóricamente para llegar a esos resultados tan contundentes. ¿Fue o no legítimo?

Entonces, si hacemos un parangón ¿Cuatro gatos en el Congreso, ilustres cultores del golpismo, pueden reemplazar la arrolladora presencia del pueblo el 2018?

¡Ninguno de los legiferantes y menos los ministros han tenido la cortesía de mencionar los resultados del referéndum 2018! ¿No saben del asunto o, como suele ocurrir en Perú, es conveniente hacerse los olvidadizos?

¡Mínimo, se requeriría otro referéndum para validar u otorgar legitimidad a lo que acuerde el actual Congreso cuyo prestigio es casi inexistente!

Según nuestro ordenamiento legal, el referéndum es el mecanismo de votación y consulta ciudadana que se verifica regularmente y que es objeto de disciplina constitucional en torno a la aprobación o rechazo referente a la creación, modificación, derogación o abrogación de leyes.

¿Quién convoca a referéndum? ¿Una presidente que, vía sus ministros, respaldará los cambios que enuncian vía el Congreso golpista? No pareciera este camino del todo claro.

Con esa lógica lo que decida el Parlamento no habría chance de convalidarlo o tumbarlo. Entonces la reelección parlamentaria y la bicameralidad constituirían las reformas legales.

¿Cuánto representa al pueblo este Congreso en nuestra accidentada democracia?

Otra vez la pregunta pendiente de respuesta: ¿y qué hay de los 29 muertos abatidos como si estuviéramos en guerra o fuéramos un campo de batalla sin cuartel?

Esos buitres que se refocilan porque afirman que los caídos eran terroristas y que merecieron ese tratamiento, hablan con una facilidad pasmosa. El día que tengan a alguno de sus familiares o ellos mismos estén frente a las tropas descontroladas, sabrán que la tragedia llega en segundos. Pero los muertos jamás regresan de sus tumbas.

Como en Perú NO hay partidos políticos, la legítima opción de un referéndum ni siquiera se ha planteado. El gobierno no lo va a hacer porque ya adelantó su juicio y preferencia por determinadas reformas.

Con el padrinazgo auspicioso y tranquilizador de las embajadas de las grandes potencias, el gobierno peruano persistirá en su derrotero y cometido. Nadie puede adivinar si los días que vienen gozarán de estos buenos aires apacibles.

El artículo 43 de la Constitución dice: Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador, ni a quienes asumen funciones públicas en violación de la Constitución y de las leyes. La población civil tiene el derecho de insurgencia en defensa del orden constitucional. Son nulos los actos de quienes usurpan funciones públicas.

¿No son casi 14 millones contra la bicameralidad o reelección inmediata muchos más que algo más de un centenar de legisladores golpistas?

¿No tuercen o cruzan la legalidad quienes así se expidan empujando en minúscula y ridícula minoría reformas que el pueblo ya repudió apenas 3 años atrás?

Cuando se cierran las puertas de la legalidad, se abren las de la violencia.