Herbert Mujica Rojas

La Comisión de Personal, 2023-2024, que acaba de ser nombrada, es casi la misma del año pasado.

 

estudiosa no burro si



Sigue estando compuesta por gente cuyas cualidades profesionales son casi desconocidas por una razón significativa: todos han sido ascendidos rápidamente, sin pasar por puestos complicados o de gran esfuerzo documentario o de gestión.

La razón fundamental parece haber sido la circunstancia de ser hijos de embajadores.

Lo que en un club o institución, con propósitos diferentes, ninguno con relación a temas del Estado y su importante tarea en el exterior, pueda ser común, no debiera serlo, ni de broma, en el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú.

¿Paga el pueblo peruano para que un clan, unido genuinamente por lazos de sangre o por grados de parentesco, se asegure puestos, mandato, influencia y dominio en Torre Tagle?

¿Qué hay de la meritocracia? A menos que ésta haya sido reemplazada por el factor RH (positivo o negativo), no hay justificación, ni la más mínima, para verificar lo que se puede leer a continuación.

Preciso es decir que reto a cualquier funcionario de Relaciones Exteriores a que refute cuanto venimos diciendo. Lo más probable (en el derecho torcido que la supuesta realeza ejerce) es que nos ignoren. ¡Cómo si hacerlo cubriera u ocultara estas irregularidades!

Pertinente decir, además, ¿y los que no tienen padres embajadores, tíos ministros, primos secretarios, es decir, trabajan con profesionalismo y dedicación, léase, amor al Perú, que envejezcan y se jubilen porque nadie hablará de ellos?

Leamos.

1. El primer caso es Ignacio Higueras, hijo del embajador Carlos Higueras, actual vice ministro. Su último puesto fue embajador en Colombia. Es un neoliberal a ultranza.
2. María Eugenia Echeverría ha estado 15 años consecutivos fuera de la administración pública peruana con licencia, viviendo en el extranjero.
3. Jaime Cacho Souza es hermano de Manuel Cacho Souza, hijos del embajador Jaime Cacho Souza. Manuel Cacho fue miembro de la Comisión de Ascensos del año pasado y ahora le pasa la posta a su hermano Jaime. El último puesto de Jaime Cacho Souza ha sido embajador en Costa Rica y tampoco ha tenido una destacada actuación profesional. Actualmente es Jefe de Promoción Económica. Su hermano Manuel es conocido por "pásame la botella" y el "avión parrandero".
4. María Teresa Merino de Harth, ya ha sido Jefa de Recursos Humanos anteriormente e integrante de precedentes Comisiones de Ascenso. Es casada con otro diplomático, actualmente ya en retiro, y tiene un joven hijo ascendido rápidamente a ministro consejero. Está próxima al retiro.
5. Lisette Nalvarte Simoni de Isasi. Acaba de dejar el puesto, por segunda vez de Jefa de Recursos Humanos, y le ha pasado la posta a María Teresa Merino de Harth. Está casada con otro diplomático ya en retiro y su joven entenado,. Luis Felipe Isasi, fue ascendido rápidamente a Ministro Consejero, ya ha sido nombrado Cónsul General en Buenos Aires.
6. Elmer Schialer, también hijo de diplomático, que acaba de regresar de su último puesto como embajador en Alemania ha sido nombrado como Secretario General, o sea la tercera persona en el mando, después del ministro y viceministro.


Meses atrás escribí in extenso del deplorable cargamontón de que fue objeto el embajador Fortunato Quesada, defenestrado de su puesto en Israel, echado del servicio, sin castigo a los principales instigadores de una evidente componenda (ministro y viceministro). Ciertamente el Ministerio de Relaciones Exteriores ¡ni siquiera se dignó aclarar posibles errores o malas interpretaciones! Sin la menor duda, tal como vamos viendo, en el derecho dinástico de Cancillería, es que Quesada también careciera de padrinos o parientes en altos niveles.

¿Es esa la Cancillería que sufraga el pueblo con sus tributos? No sólo su timón está alineado, de cabo a rabo, con el Departamento de Estado en Washington, sino que da palos de ciego contra su personal, diplomático y administrativo.

¿No debiera haber una gran reingeniería en Torre Tagle? ¡Todos los apellidos repetidos y con lazos de sangre tendrán que ser objeto de una revisión milimétrica a ver si cumplieron los estándares académicos, de gestión y trayectoria imprescindibles para los puestos! ¡Y si carecen de ellos ¡de patitas a la calle y a devolver el dinero mal ganado!

Cancillería es una dependencia del Estado. Los empleados, diplomáticos y administrativos, cobran sueldo del tributo de los peruanos. NO están por encima de nadie ni tienen por qué gozar de ninguna clase de privilegios. ¡Y menos de esas ridiculeces que se refieren al color de piel, apellido, parentela o “tradición”!

Por atavismo ignorante, ningún Congreso pone la lupa encima de Cancillería.

La Cancillería no es una isla.

 

09.02.2023
Señal de Alerta-Diario Uno