Susana Villarán: de caviar a calabaza
El Perú es un país muy rico en diversidad, tiene una gigantesca gama de espectáculos políticos, hay para todos los gustos y paladares, desde los aficionados al caviar hasta los vegetarianos que se contentan con las humildes calabazas. Parece que Susana Villarán, que alardea de católica practicante exhibiendo sus fotos de primera comunión, ha asimilado bien las lecciones de humildad y se ha transformado de soberbia caviar a una pobre calabaza.
El Perú es un país muy rico en diversidad, tiene una gigantesca gama de espectáculos políticos, hay para todos los gustos y paladares, desde los aficionados al caviar hasta los vegetarianos que se contentan con las humildes calabazas. Parece que Susana Villarán, que alardea de católica practicante exhibiendo sus fotos de primera comunión, ha asimilado bien las lecciones de humildad y se ha transformado de soberbia caviar a una pobre calabaza.
O tal vez sea la causa de su conversión el traumatismo recibido con el 0.6% de votación en las elecciones del año pasado, que la llevaron corriendo y feliz a rendir pleitesía al triunfante Alan García, haciendo cola en su casa política, para alegrarse de que el Perú tenga como presidente a quien se refugió en la prescripción para escapar la investigación judicial de las denuncias por enriquecimiento ilícito. Por lo menos Lourdes Flores tuvo una actitud más prudente, pues un político decente no puede celebrar que tal personaje asuma el mando de nuestra nación, si bien es cierto que debemos aceptarlo porque tristemente la ley lo permite
Regresando a las lides ahora vegetales de la Villarán, sorprendió acompañada de dirigentes regionales, con los cuales, según dice, está creando el Partido Nacional Descentralista, un partido descentralizado, "nuevo y de avanzada", "de inclusión", "propositivos", con propuestas nuevas y demás términos gaseosos.
Regresando a las lides ahora vegetales de la Villarán, sorprendió acompañada de dirigentes regionales, con los cuales, según dice, está creando el Partido Nacional Descentralista, un partido descentralizado, "nuevo y de avanzada", "de inclusión", "propositivos", con propuestas nuevas y demás términos gaseosos.
Vedetismo político a lo calabaza
Para muestra un botón: cuando le preguntaron lo que pensaba del TLC con Estados Unidos, respondió: “Como todos los tratados de comercio internacional, puede ser positivo si el país se da cuenta que va a tener efectos positivos para un sector y negativos para el sector agrario”. ¿En qué quedamos? ¿Es positivo o negativo? ¿Puede o va a tener efectos positivos o negativos?
Esto quiere decir que cualquier tratado de libre comercio le da lo mismo, como todo caviar que se siente en la gloria al comer un bocadito en la embajada chilena, le da lo mismo un TLC con Chile que con EE. UU, por eso nunca ha hablado de Lan ni de la exportación de gas a Chile.
Pero ella, que obtuvo una votación atómica, del 0.6%, se ha dado el lujo de decir que “Los partidos que están en el Congreso ya fueron”.
Esto quiere decir que cualquier tratado de libre comercio le da lo mismo, como todo caviar que se siente en la gloria al comer un bocadito en la embajada chilena, le da lo mismo un TLC con Chile que con EE. UU, por eso nunca ha hablado de Lan ni de la exportación de gas a Chile.
Pero ella, que obtuvo una votación atómica, del 0.6%, se ha dado el lujo de decir que “Los partidos que están en el Congreso ya fueron”.
Parece que esta vez Susana Villarán está tratando de destronar a Susana Díaz del vedetismo político… Por lo menos Susy Díaz no escondía sus orígenes ni sus carnes y se ganó sus votos como vedette.¿Será que Susana Villarán quiere estrenar la política a lo calabaza porque quiere alcanzar el puntaje que logró su tocaya, que por lo menos pudo llegar a ser congresista? ¿O será que quiere ponerse a tono con las calabazas en estos días de Haloween?
Esperemos que no sean muchos los tontos que lleguen a caer en sus trampas, pues doña Susy siempre se lució hablando mucho de los derechos humanos, pero sólo acordándose en campañas electorales, donde hasta viajó y lloró ante cámaras a buscar unos huesos que nunca encontraron en Madre Mía, pero no viajó a Cayara (donde se cometieron crímenes durante el primer gobierno de García) a llorar ante los huesos qué sí aparecieron y nunca se preocupó por les derechos humanos de los policías o militares en abandono por parte del estado, como los mutilados y los ex combatientes de la guerra con Ecuador.