Herbert Mujica Rojas
¡Agárrese bien! Si cree que escuchó lo más ridículo en su vida, debo avisarle que falta lo que le voy a contar.
Una colectividad política cuyo último registro de alcance electoral llega a 2.8%, luego de su retorno al Registro de Organizaciones Políticas, vive una agitación enorme y ya están organizando los “cuadros” por niveles para ocupar “el gobierno”.
El refrán ruso dice que para repartir la piel del oso ¡primero, hay que cazar al oso!
En efecto, los círculos de “poder” ya están en plena repartija. Primer nivel, presidencial; vicepresidencial, sin cupo, elegidos y adulones ya llenaron la nómina.
Para el Congreso hay dura disputa “quiénes entran”, además tienen que ser de los “escogidos” cuyos méritos y afanes hayan sido destacados o noticiados por las viejas y desprestigadas locomotoras que todo el resto del país reputa como corruptas.
Hay espacio relativo en ministerios y otros organismos del Estado. “Aunque sea, en provincias” bufan los lenguaraces.
¿Es el gobierno repartija siniestra y que cada quien agarre lo que encuentre?
La política, el Estado y el gobierno vistos desde la ruin y miserable óptica del mercachifle son lo que hemos visto desde hace 50 años.
Probablemente, tema para historiadores serios, toda la República, con sus más y sus menos, tenga en esta imagen mísera su más cabal representación.
¿Cómo podrían superar, los del 2.8%, su magro porcentaje si son más de lo mismo? ¿Innovación, honestidad, inteligencia? ¡Nada de nada! Hasta insisten en recordar al gran fautor de su desprestigio, el ex presidente suicida.
¿No hay alguien de marketing que les persuada a entender que su peor imagen es del extinto?
Arrancharse los despojos de un Estado caótico y sucesivos gobiernos de rapiña y asalto al presupuesto, no es ciencia política, es menú de caníbales y delincuentes.
La repartija del shadow cabinet (gabinete a la sombra) ha sido voceada por un sector del 2.8% y gente que no llega a los 45 años, está comprometida en la grosera acción. Tanto estudiar sociología, economía, para terminar de doctores administradores de chucherías.
La tesis que el desprestigio de la pésima gestión del ex presidente Castillo, catapulta a un partido hacia arriba, es un absurdo. Don Pedro se equivocó y creyó que el gobierno nacional era de un manejo menudo y sencillo. Sus yerros han sido condenables.
Inferir que el grupo del 2.8% sale favorecido, es un sofisma por donde se le mire.
¿Qué grupos han mostrado una presencia activa, conservadora a ultranza, racista y abusiva en los últimos quince meses? La respuesta es inequívoca: la derecha.
Se preguntaba el ilustre y siempre recordado político y hombre de Estado, Andrés Townsend Ezcurra: ¿qué conserva un conservador en el Perú? Y su respuesta navegaba por varias menciones: pobreza, racismo, desigualdad, hambre.
Pese a la certeza nunca negada de lo anteriormente dicho, las opciones de izquierda o distintas a la derecha, en sus múltiples fracciones, han sido absolutamente incapaces ¡ni siquiera! de encontrar una dirección política unificada como interlocutora válida.
El ghetto del 2.8% no es broma y menos invento mío. Es el último registro que condujo a la desaparición en el ROP del Jurado Nacional de Elecciones.
Los enterradores alanistas han reinscrito a su agrupación pero, una vez más, hay que aplicar la analogía: ¿podrían los nazis realizar un homenaje póstumo en favor de los 6 millones de judíos que ellos achicharraron en los campos de concentración?
Partir de allí representa un reto urgente e inevitable. ¿Quieren, llevando el desprestigio de indeseables, a cuestas, competir electoralmente? De ese modo garantizan derrotas humillantes y hasta una nueva desaparición legal.
El ocio es mal consejero. En lugar de estar negociando repartición de cargos inexistentes porque las opciones electorales son ínfimas, deberían estar auditando a los ex funcionarios de sus dos gobiernos y averiguar cómo muchos pata al suelo, hoy son millonarios.
Además, promover como jóvenes casi cincuentones, a débiles mentales que no se bañan o que juegan con la imagen fotográfica del fundador del partido, deviene en una atrocidad no sólo política sino cívica.
El respeto forma parte del entrenamiento del cuadro político. Creer lo contrario es acercarse al suicidio y celebrarlo con vítores.
¡Pamplinas, shadow cabinet de juguete!
Guerra avisada, no mata gente.
05.04.2023
Señal de Alerta