Herbert Mujica Rojas
La dramática e indignante revelación del programa televisivo Cuarto Poder, en torno a los huecos que muestra con impudicia, nuestra frontera sur en Tacna, gatilla otro cuestionamiento: ¿es la única con las puertas abiertas de par en par?
La picardía o cinismo de los carabineros o militares chilenos que guiaban a los foráneos por los senderos de cómo ingresar al Perú, deviene en un tema condenable, no hay duda. ¿Decisión autónoma o impulso geopolítico?
Pregunto en voz alta: ¿no es más vituperable que existan esas coladeras y que no se haga nada por solucionar el asunto?
Si los militares chilenos conocen tales perforaciones ¿nuestras autoridades, civiles y militares en Tacna pueden alegar ignorancia?
¡A otro perro con ese hueso!
El programa televisivo puso en evidencia que hay sectores que no están cumpliendo con su trabajo en el resguardo de fronteras.
Hasta el alcalde de Arica ha propuesto un corredor humanitario y la coordinación de los países con algo que decir sobre el tema. Cierto, Perú en primera línea.
Nuestra cancillería, siempre tan alerta y ágil, avisó, vía Twitter, que planteará una “seria conversación” con los chilenos. Estoy seguro que hay quienes se están riendo a carcajadas.
¿Es nuevo el espectáculo de tumulto, desesperación, desorden que protagonizan ciudadanos, sobre todo venezolanos, al norte de Chacalluta y al sur de Santa Rosa? Tiene varios días el asunto.
Si los cientos o miles de personas que residían y debieron abandonar Chile y no pueden ingresar a Perú por indocumentados, pareciera ser un tema ríspido a resolver por los amigos australes.
Lo que corresponde ahora, luego de la demostración que la frontera sur es una genuina coladera, es corregir el entuerto.
Las noticias que llegan por vía telefónica de residentes tacneños son preocupantes: la ciudadanía local está presa de pánico y se han producido asaltos, golpizas y maltratos de foráneos contra peruanos. La desesperación gatilla, no pocas veces, actitudes irracionales.
Ciertamente, el presupuesto nacional tiene claros sus límites y destinos: para el pueblo del Perú, obras e infraestructura diversa y en todos los ámbitos de la comunidad.
La atención de ciudadanos no peruanos demandará imprevisibles como alimentos, transporte, abrigo, no previstos e improductivos.
¿Qué debe hacer Perú?
Da la impresión que no es mucho pedir que se actúe en la frontera sur, y en el resto de límites, como un todo: Cancillería, PNP, FFAA y gobernadores y alcaldes, con respuestas integrales y sólidas.
Anotemos, con subrayada intención que la xenofobia y antipatía contra ciudadanos no peruanos, es una opción absurda y anacrónica en estos tiempos. La persecución de los no nacionales, revive jornadas trágicas y contra los derechos humanos.
Lo que deben comprender los ciudadanos foráneos es que el Estado peruano carece de cualquier obligación con quienes han llegado al territorio nacional por su cuenta y riesgo y deben comportarse con actitud decente, teniendo muy claro que están en suelo ajeno.
El drama de la migración venezolana fue alentada en Perú por el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski y el entusiasmo acrítico y demagógico del ex canciller Ricardo Luna. Ninguno de los dos ha sido cuestionado severamente por este álgido problema ¡absolutamente gratuito!
¿De qué valió hacerse los simpáticoscon el entonces mandatario Donald Trump de Estados Unidos y fastidiar a Maduro de Venezuela? ¿Para qué sirvió el “Grupo de Lima” hoy extinto sin pena ni gloria?
¡No se puede hacer por Twitter o Whatsapp o email una rigurosa política de Estado! Requiérese una severa y exhaustiva autocrítica para agarrar del pescuezo a los irresponsables que le generaron gastos superfluos e innecesarios al país.
¿Es cierto que hay un negociado con la venta del permiso para trabajo y otorgado a extranjeros para laborar aquí?
¿Quiénes se han favorecido con estas actividades non sanctas?
¿Están los gatos de despenseros en portafolios que tienen que ver directamente con documentos y migraciones de ciudadanos no peruanos y permisos laborales?
El documental televisivo causó indignación y la acción pícara de los carabineros o militares chilenos, irritó bastante.
Sugiero aprendamos a mostrar nuestra indignación, al cuadrado o al cubo, con las pésimas autoridades que también conocen muy bien los huecos gigantescos en nuestra frontera sur y que irresponsablemente no arreglan los límites.
Señal de Alerta