Herbert Mujica Rojas
Anunció ayer el ministro del Interior, Vicente Romero, un “golpe” contra la protesta ciudadana de mañana 19. No pierde ocasión el titular de esa cartera para demostrar cuan desorientado está. ¿Es su misión ir contra lo que expresará una parte de la ciudadanía en repudio al gobierno de que forma parte?
Las demostraciones públicas del gobierno dan cuenta de un plan más bien agresivo y muy bien financiado con S/ 12 millones de soles para operaciones de inteligencia y contrainteligencia. ¿Hay alguna tropa foránea o escuadrón mercenario infiltrado en Perú? No lo parece.
Si no hay invasores a los que haya que aplicar métodos de inteligencia y contrainteligencia, forzoso es deducir que tales cometidos estarán enfilados contra peruanos, hombres y mujeres que carecen de armas, cañones, tanques o cualquier artefacto de fuego. Ya habría detectado el tráfico de esas armas la PNP. No hay la más mínima evidencia de aquello.
Por tanto ¿es misión de un gobierno, en su cartera del Interior, preparar con ánimo militar y para aplicar la mano fuerte y enérgica contra la civilidad, que ejerce su derecho a marchar en protesta?
¡Sólo un régimen que tiene 80% de desaprobación, puede incurrir en semejante mal paso! ¿Con qué antecedente se apresta a meter palo, echar gases lacrimógenos o arremeter con violencia y lucha cuerpo a cuerpo?
Los fallecidos a balazos y por violencia, desde el 7 de diciembre del 2022, son todas personas de la sociedad civil, inermes, de quienes nunca se ha sabido que estuvieran poniendo bombas o disparando armas de fuego. Sí se sabe, con indignación, que no hay ¡un solo preso, civil o militar, que fuera encontrado responsable de los disparos que segaron esas casi 70 vidas!
El desequilibrio es evidente. Y la presunción oficialista que se incendiará al país o destruirá edificios o arrasará bienes del sector público o privado, es de un alarmismo acentuado. Poner tanques, miles de policías o soldados en las calles para lograr efecto “disuasivo” otro dislate porque hasta ahora lo único que están logrando es que la indignación avive sus brasas.
Reparemos en el factor sorpresa que anuncia el ministro Romero, cuando se refiere al “golpe” contra la protesta. ¿Dictarán toque de queda o estado de sitio o practicarán tiro al blanco con civiles como objetivos? ¿Tirarán a matar contra las masas en las calles? Lo absurdo del asunto no resiste ningún análisis por su improbable ocurrencia.
¿Qué “golpe” contra la protesta tiene preparado el gobierno y que ha anunciado con todas sus letras, el ministro Romero que en mi modesto juicio, está muy desenfocado y hace todo lo contrario de promover concordia y entendimiento?
Las cosas deben llamarse por su nombre. ¡Ni la civilidad protestante ha sido o se ha convertido en violentista, ni es enemiga de la PNP y las FFAA! Las fuerzas policiales y armadas, siguen órdenes, pero esa figura sí generó ribetes trágicos en meses pasados y son casi 7 decenas las víctimas. ¿De dónde salieron los disparos?
El plan integral del gobierno no hesita en amenazar a todo el mundo. Algunos extremistas navegan en las redes sociales y encuentran a sus pares de la oposición y se producen unas refriegas virtuales que discurren por la avenida de los insultos ¡absolutamente absurdos!
Mientras que el gobierno dispone del uso legal (que puede trocar en abusivo e indiscriminado) de la violencia, cuenta con recursos dinerarios inmensos, goza de la complicidad de la prensa concentrada que protege a grupos minúsculos de intereses egoístas, los opositores han mostrado entusiasmo valiente y decisión.
Bueno es repetirlo para que no se olvide. No bastan las marchas o protestas. Hay que ir más allá para la obtención de logros concretos y realizables. El repudio al gobierno de doña Dina Boluarte es un asunto que no admite mayor discusión ni polémica.
Otro ámbito con inmenso repudio se refiere al Congreso. En el bienio han demostrado sus integrantes una mediocridad ramplona, incultos e ineptos de poder construir ¡por lo menos! opciones de imaginación política! La razón es simple: carecen los parlamentarios, de cualquier luz creativa.
Algunos mercenarios al servicio rentado del gobierno “opinan” tildando de terroristas, violentistas y revoltosos a los protestantes. Los gremios sociales, sindicales, de todo el país que marcharán, tienen el deber de preservar el orden y el apartamiento radical de los exaltados violentistas que sí pueden aprovechar la marea.
Tampoco se debe dejar de prever que haya provocadores con paga y misión. Pero esos actúan por consigna y apoyo, por tanto será fácil identificarlos, señalarlos y botarlos del colectivo popular.
Pocas veces un gabinete y un ministro en particular, han exhibido tanta pobreza de recursos y sí demasiadas ganas de intimidar.
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18.07.2023
Señal de Alerta