“¡Soldados! Vais a completar la obra más grande que el cielo ha encomendado a los hombres: la de salvar un mundo entero de la esclavitud.”
Simón Bolívar, 1824. Cartas y Proclamas del Libertador
El 6 de agosto de 1824, en las planicies de Junín, se libró una de las batallas más significativas para la independencia del Perú y América del Sur. La Batalla de Junín, aunque breve, fue un enfrentamiento crucial entre las fuerzas patriotas, comandadas por el General Simón Bolívar, y las fuerzas realistas españolas. Este combate, que duró menos de una hora, se caracterizó por ser mayormente una lucha de caballería, destacándose por la valentía y el ímpetu de los combatientes patriotas que, a pesar de la inicial superioridad española, lograron una victoria que se convertiría en el preludio de la decisiva Batalla de Ayacucho.
A dos siglos de este evento histórico, el Gobierno Regional de Junín ha emprendido diversas iniciativas para conmemorar y celebrar esta fecha trascendental. Con una asignación de más de 73 millones de soles, se lanzó el proyecto “Mejoramiento de los servicios turísticos públicos en recursos turísticos en el Santuario Histórico de Chacamarca en el Bicentenario de la Batalla de Junín”. Este proyecto, sin embargo, ha sido objeto de cuestionamientos. El gobernador regional de Junín, Zósimo Cárdenas Muje, destituyó al antropólogo José Luis Álvarez Ramos de la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (Dircetur), tras críticas a su gestión en el proyecto más importante de su sector: la conmemoración del Bicentenario de la Batalla de Junín. Álvarez acompañó al gobernador el pasado 29 de mayo a una presentación en la Comisión de Fiscalización del Congreso de la República para responder, entre otros aspectos, por los gastos en promoción y difusión del Bicentenario, que ascienden a cerca de S/ 18 millones, como parte del proyecto.
El proyecto incluye una variedad de componentes: la renovación de infraestructuras, la organización de eventos culturales y educativos, y la promoción turística. No obstante, actualmente no tiene un futuro claro ni un líder que lo impulse. Por un lado, es innegable que la inversión en infraestructuras y eventos culturales puede tener un impacto positivo; mejorar los sitios históricos y promover la educación sobre nuestra historia son pasos cruciales para fortalecer la identidad y el orgullo regional. Además, el impulso al turismo podría traducirse en beneficios económicos significativos para la región, atrayendo visitantes tanto nacionales como internacionales. Sin embargo, a un mes de la conmemoración, lo único visible son pintas en las ciudades principales de la región.
La eficiencia y transparencia en la gestión de estos recursos es una preocupación legítima. La asignación de 73 millones de soles es considerable y la comunidad merece saber cómo se utilizan. La falta de claridad en algunos aspectos del proyecto ha generado dudas sobre posibles desvíos o malversaciones de fondos, una preocupación válida en un país y una región donde la corrupción es un problema recurrente.
La conmemoración del bicentenario de la Batalla de Junín es un momento de celebración y reflexión. La inversión en el proyecto "Bicentenario" tiene el potencial de generar beneficios duraderos para la región, pero también plantea desafíos en términos de transparencia y eficiencia política. El Gobierno Regional de Junín debe asegurar una gestión responsable y participativa de estos recursos, involucrando a sociedad civil y garantizando que cada sol invertido contribuya al desarrollo y bienestar de la región. Es imperativo que las autoridades prioricen la rendición de cuentas y la transparencia en cada etapa del proyecto. La historia y la memoria de los héroes de Junín no deben ser empañadas por sospechas de corrupción o mala gestión. Con un enfoque claro y comprometido, podemos asegurar que este homenaje no solo recuerde el pasado glorioso, sino que también inspire un futuro prometedor para Junín y para todo el Perú.
desco Opina – Regional / 21 de junio del 2024