Alan Garcia Ollanta Humala
   

La pasividad del gobierno peruano frente a los temas pendientes con Chile (ocupación chilena de 35000 m2 de suelo tacneño y usurpación de nuestro mar territorial), pasividad que ya más parece complicidad que favorece los designios del país del sur, ha motivado el pronunciamiento de diversas personalidades del mundo político peruano.

 
 
Entre las voces que se dejaron escuchar está la del comandante Ollanta Humala, quien el martes 20 pidió al gobierno que deje su indiferencia y tome las medidas necesarias para asegurar que cese el control chileno del mencionado triángulo de terreno en Tacna y que se lleve el caso de la delimitación marítima a la Corte Internacional de La Haya. Es más, el militar retirado sostiene que si el jefe de estado peruano no protege la integridad territorial y soberanía nacional, estaría incurriendo en infracción constitucional.

El presidente Alan García contestó rápidamente: “Humala no me va a venir a dar lecciones de patriotismo”. Los ciudadanos necesitamos saber qué hay detrás o debajo de las palabras y los rótulos. Las palabras de Alan García parecerían indicar que un militar nada tiene que enseñar de patriotismo a un presidente civil. Para esclarecer este asunto y ayudar a que los lectores se formen una idea del verdadero patriotismo de cada uno de los personajes, pasamos revista a sus opiniones o posturas frente a diversos temas:

 

comparacion ollanta humala alan garcia
 
A pesar de sus rechazos a las pretensiones chilenas, el balance es contrario a Ollanta Humala. Aparentemente, el menos patriota sería Alan García porque en este cuadro es quien más promueve y defiende los intereses chilenos; pero esto no debe llamar la atención: desde el amistoso viaje que en 1922 [4}Víctor Raúl Haya de la Torre hizo a Chile, se sabe que el APRA es una organización política al servicio de ese país, que premió la amistad aprista dando asilo a exiliados apristas entre 1930 y 1955 (¡favor con favor se paga!). El balance en contra del comandante Ollanta Humala se da porque siendo militar de carrera y autoproclamado nacionalista, guarda silencio en temas como los de Lan y la venta de gas. En cambio a Alan García no se le puede criticar mucho por la razón mencionada (el prochilenismo histórico del APRA) y porque él nunca ha dicho que es nacionalista; al menos en esto no engaña, su conducta prochilena es transparente y sincera.

Como vemos, hay maneras diferentes que tienen los políticos peruanos de servir los intereses de Chile: unos lo hacen abiertamente, otros, de manera solapada. El comandante Ollanta Humala debería entender que perdió las elecciones del año pasado precisamente por sus ambigüedades y silencios ante Chile. Está a tiempo de poner las cosas en claro y actuar como verdadero nacionalista con planteamientos claros: que promueva la expulsión de Lan de cielos peruanos [5] y afirme públicamente que de ninguna manera se debe vender gas a Chile. Como comentario final debemos señalar que los congresistas del Partido Nacionalista de Ollanta Humala en ningún momento han presentado batalla defendiendo los intereses del Perú en estos diversos temas de nuestra espinosa relación con el país delincuente de América, han mantenido el sospechoso silencio de su jefe.

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[1] Ni durante la campaña electoral ni después ha dicho palabra. Se entiende que acepta que Lan utilice los cielos peruanos, con espionaje de yapa. El patriota verdadero pide la expulsión inmediata de Lan.
 
[2] Ha ofrecido extender un gasoducto a territorio chileno si se encuentra más reservas de gas.

[3] No dice esta boca es mía. Aun siendo militar, da la impresión de que no le importa que el gas peruano fortalezca a Codelco, la financista de la fuerza armada chilena. Siendo así, en este rubro está igual que Alan García.

[4] En esta fecha los chilenos, como fuerza de ocupación, perseguían y asesinaban a los patriotas peruanos de Tacna, Arica, Iquique y Tarapacá. Durante su visita Haya de la Torre nunca encaró a los chilenos su conducta abusiva ni les pidió que se retirasen de los territorios peruanos que ocupaban. Esta discreta conducta del visitante peruano tuvo su premio, como hemos señalado.

[5] El convenio de cielos abiertos es inaceptable por tres razones: a) abre las puertas a un país probadamente enemigo del Perú; b) como no tenemos aerolínea de bandera y Chile sí, toda la ventaja es para los del sur; y 3) los destinos rentables (EE. UU. y Europa) están al norte y eso se les da a los chilenos, mientras que los aviones peruanos que se animen a volar hacia el sur no encontrarían nada comercial y turísticamente equivalente a EE. UU. y Europa sino sólo hielo y pingüinos.