El happy hour de Alan García
por Herbert Mujica Rojas
La genialidad mercantilista de los gringos inventó el happy hour: two for one, es decir, dos por el precio de uno en lo que fuere. En Perú el presidente García acaba de demostrar que eso también rige para la política —digo turbamulta— que fue su cónclave partidario de hace muy pocos días: los asambleístas votaron a mano alzada, por consenso y lista única por un conjunto de representantes, entre ellos el ultravulnerable Jorge del Castillo y el fabricado Omar Quezada. Pero, los que llegaron, según dijo el mandatario, a la cita, también “eligieron” a “la mejor carta aprista” para las elecciones del próximo año. Es decir, un paquete electoral interno y externo. Y las circunstancias que deberán afrontar son las mismas: postulaciones para terminar de destruir el partido de Haya de la Torre y de desbaratar en el 2011 cualquier aspiración. Sólo se trata de negociar, a como dé lugar, la gran impunidad.