Juan Sheput
Si de hurgar en nuestra historia se trata pues veremos que nuestro país es pródigo en elecciones. Desde primero los invasores (los españoles) que Huáscar, en épocas de Atahualpa hasta el famosísimo “primero los chilenos que Piérola”, siempre hemos optado por lo que consideramos el mal menor. Es así que en estos días cierto sector de nuestra sociedad, el llamado “progresista” prefiere tolerar los graves indicios de corrupción de la señora Nadine Heredia que promover su investigación y juzgamiento, si correspondiera, pues de abundar en ello se podrían beneficiar los fujimoristas o apristas. Es decir se tolera el engaño, el probable enriquecimiento ilícito, el incumplimiento de promesas, las tarjetas de crédito amicales, las licitaciones a dedo, la destrucción del medio ambiente y los depósitos por millones de soles pues si se investiga eso de repente la corrupción de otros gobiernos, el aprista, el perúposibilista o el fujimorista, quedarían en un tercer o segundo lugar pues el nacionalismo (o humalismo si prefieren) se llevarían todas las glorias de ser, de lejos, el gobierno más corrupto del Perú en el siglo XXI.